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domingo, 30 de septiembre de 2012

¿Tiene Al-lâh limitaciones?





¿Al-lâh puede hacer cualquiera cosa?
Por ejemplo: "¿Puede Él hacer una roca tan grande que nada pueda moverla?" Si pudo hacer una roca tan grande nada puede moverla, ¿esto significa que Él tampoco puede moverla? ¿O sería imposible para Él hacer algo tan grande que no pueda mover? "
Al-lâh nos dice: " Al-lâh es capaz de hacer cualquiera cosa que quiera hacer". Debe tenerse en cuenta que en el Islam, entendemos que Al-lâh no hace algo que haría de Él dejar de ser Dios. Es decir, Él nunca moriría ya que esto significaría que ya no es "El Eternamente Vivo " (una de sus características mencionadas en el Sagrado Qur'an = Al Hay).
Por lo tanto, Él puede hacer una roca (o cualquier otra cosa) tan grande y pesada, que nada en el universo entero puede moverla. En cuanto a Al-lâh, Él la mueve, Él no está en el universo y Él no se parece a su creación. Por lo tanto, Al-lâh no está sujeto a las leyes de la creación, porque Él es el Creador y el Dador de la ley. Cada vez que quiera hacer cualquier cosa, Él dice simplemente "Kun! Faiakun!" (¡Sé! "¡Y así será!).
Hablando de sí mismo, Al-lâh dice:
(Es el Creador de los cielos y de la tierra. Y cuando decide algo, tan sólo le dice: «¡Sé!» y es.) Sura Al Baqarah (de la Vaca): 117.
(Dijo ella: «¡Señor! ¿Cómo puedo tener un hijo, si no me ha tocado ningún hombre?» Dijo: «Así será. Al-lâh crea lo que Él quiere. Cuando decide algo, tan sólo le dice: "¡Sé!" y es.)Sura Al Imran (de La Familia de Imran): 47.
(Para Al-lâh, Jesús es semejante a Adán, a quien creó de barro y a quien dijo: «¡Sé!» y fue.)Sura Ali Imran (de La Familia de Imran): 59.
(Y Él es Quien ha creado los cielos y la tierra con la verdad, el día en que dice: «¡Sé!», es. Su palabra es la Verdad. Suya será la Soberanía el día en que se haga sonar el cuerno. Él conoce lo Oculto y lo Aparente y es el Sabio, el Conocedor de lo más recóndito.)Sura Al Anaam (de Los Rebaños): 73.
(Cuando queremos algo, Nos basta decirle: « ¡Sé!», y es.)Sura An Nahl (Las Abejas): 40.
(Es impropio de Al-lâh adoptar un hijo. ¡Gloria a Él! Cuando decide algo, le dice tan sólo: «¡Sé!» y se.)Sura Mariam (de Maryam): 35.
(Su orden, cuando quiere algo, le dice tan sólo: « ¡Se!» Y es.)Sura Ia Sin (de Ya Sin): 82.
(Él es Quien da la vida y da la muerte. Y cuando decide algo, tan sólo le dice: «¡Sé!» y es.)Sura Ghafer (del Perdonador): 68.
La creación, como vemos en estos versos, no es una cosa difícil para Al-lâh. Él simplemente da una orden y todo sucede de acuerdo a su voluntad.

¿Quién es Al-lâh?




Origen de la palabra
La palabra (Al-lâh) es de origen árabe, utilizada por los árabes antes del Islam. Al-lâh Todopoderoso es el Dios Único, supremo sin ningún socio, en el que creyeron los árabes en el periodo de la ignorancia antes del Islam; pero algunos de ellos adoraban a otros Dioses juntos con Él, y otros se han involucrados en la adoración de los ídolos.

La Existencia de Al-lâh y Sus Cualidades

El razonamiento científico adecuado puede ser aceptado por la mayoría de las personas (incluidos los creyentes y los ateos) como la única manera de llegar a la verdad acerca de la existencia de Al-lâh y Sus cualidades. Ya que todos coinciden en que cada acto tiene un actor, y todo tiene una causa, y no hay excepciones a esta regla; nada viene de la nada, ni sucede sin ninguna razón o causa. Los ejemplos son innumerables e innegables, y el universo entero con todo su contenido (vivo e inanimado, estático y móvil) fue creado de la nada. La lógica y la ciencia, entonces, confirman que si hubo un creador del universo; ya sea su nombre Al-lâh, o el Creador, el Originador, o el Constructor, no cambiaría el hecho de que todo el universo da suficiente evidencia para la existencia del Creador /Al-lâh.
Las cualidades o atributos del Creador se pueden identificar a través del estudio y el seguimiento de sus obras y sus productos (las creaturas). Un libro, por ejemplo, demuestra el conocimiento, la experiencia, y la cultura del escritor, y su estilo, su pensamiento, y su capacidad de realización y análisis. Todos los productos dan una idea y una imagen amplia sobre las características del fabricante. Si la gente utiliza esta lógica científica en su enfoque del universo y sus creaturas, serian capaces de ver las cualidades del Creador (el Fabricante), puesto que la belleza del mar y de la naturaleza, la exactitud de las células y la sabiduría en sus detalles, el equilibro del universo y el orden en su movimiento, y todo el conocimiento adquirido por el hombre; indican la grandeza, el conocimiento y la sabiduría del Creador.
Si la gente de acuerdo o no sobre las sabias razones detrás de la existencia del universo, o los dolores y dificultades de la vida, eso no cambiaría el resultado, deducido por el razonamiento científico que confirma la existencia del Gran Creador, el Todopoderoso, el Omnisciente e Infinitamente Sabio, el cual los creyentes están de acuerdo en nombrarlo Al-lâh - Todopoderoso.

sábado, 29 de septiembre de 2012

La senda



En los primeros siglos del Islam el compañerismo espiritual se fue transformando y aglutinado en organizaciones, que a veces contaban con un número considerable de adeptos. Al llamarlas tariqa, (pl. turuq o taraiq), «senda», se quiso destacar que, pese a su extensión, aspectos y múltiples funciones, seguían siendo un soporte más o menos necesario para seguir la Senda, la que conduce al servidor hasta su Señor. Por utilizar un símbolo evocado con frecuencia, la tariqa, como el radio que une un punto de la circunferencia con su centro, guía al creyente desde la práctica de la Ley (sharia) hacia el descubrimiento de su sentido real y superior, la haqiqa. Es sabido con qué fuerza e insistencia llama el Corán a seguir una senda hacia Allah, a combatir en la senda de Allah (fi sabil Allah). Ya en la primera sura del Corán, la Fatiha, el musulmán le pide a Allah que le guíe en el camino recto (as-sirat al-mustaqim), término que algunas veces es sustituido por tariq o tariqa (Corán 46:30, y 72:16).

Seguir la Senda es emprender un viaje iniciático cuyo arquetipo son las historias de Moisés (a.s.) y al-Jadir. Su colocación en medio del Corán, en la sura de la Caverna, le confiere una importancia especial. Esta sura, a lo largo de toda la historia del sufismo, inspiró siempre a los maestros, que encontraron en ella la ilustración del compromiso recíproco del maestro y el discípulo, de la relación sutil entre la Ley y la ciencia inspirada, y de las relaciones entre la wilâya (conocimiento íntimo de Allah) y la profecía. Esta historia, tal como la cuenta el Corán y la explicita la Sunna, suelen presentar a al-Jadir como el iniciador de los mayores shaijs, y concretamente de los fundadores de las órdenes sufis.

Cuando Moisés (Musa a.s.) dio muestras de ser el más sabio de los hombres, Allah le reveló: “Tengo un servidor en la Confluencia de los dos mares que es más sabio que tú”. Aquí empieza el relato coránico. Moisés (a.s.) parte en busca de este hombre y de su ciencia, en compañía de un joven (fata), Josué según la sunna. Éste lleva en su cesta un pez seco que tiene que volver a la vida en la Confluencia de los dos mares. Una vez allí, Moisés (a.s.) y su servidor se quedan dormidos sobre una roca sin saber que han llegado a su meta. Pero el servidor ve que el pez salta al mar, dejando la huella de su paso. Cuando Moisés (a.s.) despierta, se olvida de decírselo. Siguen su camino. Moisés (a.s.), cansado, le pide el pez para comer. Entonces el joven se acuerda y reconoce: “... me olvidé del pez; shaitan me hizo descuidar el pensar en él... y los dos volvieron sobre sus pasos” (al. 63-64).

Esta última parte del relato concierne tanto a Moisés (a.s.) como a su joven servidor, prototipo del discípulo. Para éste, la visión de la resurrección del pez simboliza el renacimiento espiritual y la entrada efectiva en la Senda, acompañada de signos prodigiosos (karamat). Los prodigios confirman al discípulo en su misión, pero no le libran de las argucias de Shaitan, contra el que no deja de luchar por el recuerdo de Allah (dhikr). También cabe destacar que confiesa enseguida su falta, atribuyéndosela sin ocultarle nada a su maestro. A partir de este momento ya no se hablará del joven. A1 seguir a su maestro, se ha extinguido en él.

Para Moisés (a.s.), este último viaje adquiere otro significado: su sueño en la roca debe conducirle a otro recuerdo. La fatiga y el hambre que siente le dejan en un estado de pobreza (faqr), principal cualidad del discípulo. La vuelta sobre sus pasos le predispone a entender el sentido de su propia vida, el relato profético por excelencia (qasas): este sentido le será revelado por mediación de al-Jadir, llamado «el Verdeante» porque la hierba vuelve a brotar bajo sus pies. Le vuelve a encontrar sobre esta roca, en la Fuente de la Vida. El Corán, más conciso que la sunna, no le nombra y le califica así: “Uno de nuestros servidores, a quien habíamos concedido la misericordia que procede de Nos y a quien habíamos enseñado la ciencia que reside en Nos» (al. 65). Servidumbre, misericordia y ciencia caracterizan, por tanto, al maestro perfecto. No actúa en su propio nombre, dispensa la misericordia de parte de Allah, aunque ésta se manifieste a veces en forma de castigo; su ciencia, por último, está inspirada directamente por Allah (`ilm ladunni).

Como maestro cabal, Moisés (a.s.) enuncia personalmente las condiciones del pacto entre maestro y discípulo: “¿Te seguiré para que me enseñes parte de la rectitud que te fue enseñada?» El discípulo tiene que seguir al maestro, lo mismo que los creyentes siguen al enviado (ittibaa). La ciencia que recibe en contrapartida no es otra que la experiencia directa de la Senda, gracias a la dirección espiritual del maestro (irshad). Pero al-Jadir previene a Moisés (a.s.) contra el peligro al que se expone el aspirante. Para empezar, la Ley no es la Senda: «¿Cómo podrás tener paciencia con aquello que no abarcas con la experiencia?» (al. 68). La sunns también le atribuye estas palabras: «Oh Moisés, yo he recibido de Allah una ciencia que Él me ha enseñado y que tú no conoces, y tú has recibido de Allah una ciencia que Allah te ha enseñado y que yo no conozco.» Indirectamente, al-Jadir explica ya el significado de la Confluencia de los dos mares por la que Moisés (a.s.) acaba de pasar de largo, sin darse cuenta. Este último, deseoso de adquirir la ciencia, promete paciencia y obediencia, otras dos cualidades esenciales del murid, denominación del discípulo. Entonces al-Jadir le impone otra condición: «Si me sigues, no me preguntes sobre cosa alguna hasta que yo provoque en ti su recuerdo (dhik)(al. 70). Esta aleya enuncia una regla fundamental de la iniciación: el shaij, con su acción sutil, prepara al discípulo para que encuentre en sí mismo y reciba de Allah la respuesta a sus preguntas, si tiene paciencia. Al-Jadir se lo demuestra a Moisés (a.s.).

        La paciencia de Moisés es sometida a tres pruebas, a cual más insoportable. Al-Jadir, invitado a bordo por los barqueros, hunde el barco. Encuentra a un muchacho y lo mata. Apuntala un muro que amenaza ruina, en una ciudad cuyos habitantes niegan su hospitalidad a los viajeros. Moisés (a.s.) se indigna, se escandaliza y se asombra, incapaz de mantener su compromiso. ¿Significa esto que ningún discípulo podrá responder nunca a las exigencias de su amo? Sin duda debe ser así para que el faqir sea consciente de su debilidad, del efecto producido en él por su maestro y, ante todo, del favor de Allah que recibe. A1 anunciar la separación, al-Jadir se limita a respetar la palabra de Moisés (a.s.), que le había dicho antes de la segunda prueba: “Si después de esto te pregunto algo, no me vuelvas a mirar como compañero” (al. 76). Moisés (a.s.) sabe que el hecho de infringir las normas del compañerismo (suhba) invalida su ventaja.

A1-Jadir le deja ahí, pero no sin darle una explicación de sus insólitos actos. A1 hundir el barco sin destruirlo, lo ha protegido de la rapacidad de un rey tiránico. El muchacho habría arrastrado a sus padres a la impiedad, mientras que ahora tendrán otro hijo de corazón puro. El muro apuntalado escondía un tesoro destinado a dos huérfanos cuyo padre era un hombre de noble espíritu. Del mismo modo, el alma tiene que dejarse sumergir en el océano de la gracia para poder llevar de nuevo al viajero; tiene que dejarse matar para purificarse; tiene que enderezarse para desvelar el tesoro oculto en ella. Los dos huérfanos podrían simbolizar el alma y el intelecto, cuando ya no reciben la influencia del Espíritu.

Estas tres historias reproducen el proceso de depuración del alma, uno de los aspectos del camino interior. Pero Moisés (a.s.), por su función, sólo podía juzgar con arreglo a la Ley: «Te anunciaré la interpretación final (taawill) de aquello con lo que no has tenido paciencia» (al. 78), le dice al-Jadir antes de explicar sus actos. El taawil designa en el Corán la interpretación de un acto, un sueño y el propio texto coránico en función de su desenlace final. Pues bien, al-Jadir no se limita a explicarle a Moisés (a.s.) el sentido de estas parábolas, también le sugiere que encuentre en sí mismo la gracia. ¿Acaso no presentan cierta analogía con el paso del mar Rojo, el homicidio del egipcio y el abrevamiento del rebaño de las hijas de Jetro? Sólo el periplo interior en pos de un maestro permite entender en su plenitud dentro de uno mismo el significado de la historia de la Ley.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Allah (swt) lo abarca todo en su sabiduria




Allah (swt) creó la orden del universo con excelente detalles para que los seres humanos puedan captar Su grandeza.. Un verso referente a esta orden lee, "... a fin de que puedan saber que Allah tiene poder sobre todas las cosas y que Allah abarca todo en Su conocimiento" (Sura at- Talaq: 12). Confrontado con la sublimidad de los detalles de este orden, el ser humano se intimida reconociendo que la sabiduría de Allah es infinita.

Tan expansivo es el conocimiento de Allah que a lo que nosotros dicimos "infinito" para El, ya acabo. Cada acontecimiento que ha tenido lugar desde la creación del tiempo, hasta bien profundo en la eternidad,ya fue predeterminado y esta en el pasado en la vista de Allah. Este se relaciona en El Qurán como sique:

Hemos creado todo en su medida debida. Nuestra orden es tan sola una palabra, como el guiñar de un ojo. Destruimos esos de su tipo en el pasado. ¿Pero hay quien se recuerde? Todo lo que hicieron está en los libros. Todo fue grabado, tanto lo grande como lo pequeño. (Sura a el- Qamar: 49-53)

El hombre debe tratar de apreciar la magnitud del conocimiento de Allah, y reflexionar para comprender Su grandeza.

Billones de gente han aparecido en la tierra desde tiempo inmemorial. Por consiguiente, Allah (swt) creó billones de pares de ojos, billones de huellas diferentes, billones de tejidos diferentes del ojo, billones de tipos de humanos diferentes. Si Él quiere, también podría crear billones más. Como dicho en el Qur'an, "...Él continua creando de cualquier manera que Él desea. Allah tiene poder sobre todo " (Sura Fatir: 1)

Allah (swt) también posea el poder de crear muchas otras cosas más allá de nuestra imaginación limitada. Todo los tesoros que Allah (swt) ha otorgado en este mundo para Sus sirvientes están dentro de Su vista. Él nos envía sólo lo que Él desea, todo dentro de una medida predeterminada:

No hay cosa que no tenga sus almacenes con Nosotros y sólo lo enviamos en una medida conocida. (Sura a el- Hijr: 21)

Esta materia, manifestada en todas partes de la creación majestuosa de Allah, conserva su validez para ambos, lo conocido tanto como lo no conocido. Haci a esto, Allah (swt) llama la atención en el verso, "... y Él crea otras cosas que usted no sabe" (Sura an- Nahl: 8), Él crea muchas otras cosas de las cuales somos enteramente ignorantes.

Allah (swt) ha creado a muchos mundos y seres que no podemos ver. Para entender mejor la posibilidad de la existencia de otros mundos, deberíamos considerar lo siguiente: Un cuadro es bidimensional- tiene anchura y largura. El mundo en el cual vivimos, sin embargo, es tridimensional. Tiene anchura, largura y profundidad (el tiempo puede ser considerado como la cuarta dimensión). Las demás están más allá de nuestra comprensión. Sin embargo, en la vista de Allah (swt), hay mas dimensiones. Los ángeles, por ejemplo, son seres que viven en otra dimensión. Según el Qur'an, los ángeles nos pueden ver y oír desde la dimensión y espacio en el cuál existen. Además, los dos ángeles, situados a cada lado de nuestros hombros, a cada instante estan grabando cada palabra que hablamos y cada acción que hacemos, pero no los vemos. Los genios son también seres de otra dimensión, como estamos informados por el Qur'an. Ellos, como los seres humanos, están también probados a traves de sus vidas y finalmente serán expuestos ante juicio por Allah (swt). Sin embargo, posean otros atributos totalmente diferente a los seres humanos; Su existencia es dependiente en un sistema de causa y efecto enteramente distinta a la nuestra.

Estos son hechos que merecen consideración ponderada para lograr un mejor agarre de la creación magnifica de Allah. Está dentro del poder de Allah crear a seres, situaciones y mundos nuevos innumerables. Además, es capaz de crear con un grado ilimitado de diferenciación. Ciertamente, en una naturaleza desconocida a nosotros, Allah (swt) creará el Paraiso y el Infierno. Mientras lo abandonado en este mundo tiene una tendencia a envejecerse, corrompirse, y eventualmente morir o caducarse, en el Paraiso, como el tiempo no existe, nada se deteriorará; "Ríos de leche de la cual el sabor nunca cambiara" es un ejemplo para elucidar este rasgo del Paraiso. El cuerpo humano tampoco se degenerará; ni envejecerá nada . Según el Qur'an, todos en el Paraiso seran de una edad comun, cohabitarán para toda eternidad en las mejores condiciónes y sin envejecer o perder su belleza. Allah (swt) también nos informa en el Qur'an que en el existiran fuentes de las cuales beberemos. El Infierno, por otra parte, será completamente diferente; En el, Allah (swt) creará tormento inimaginable. Nadie podrá concebir el dolor de tal tormento hasta que él lo pruebe.

En todo de este mundo, Allah (swt) ha colocado un límite. Todo tiene una existencia finita. Siendo tal el caso, para comprender eternidad y la fuerza y el poder infinito de Allah, tenemos que ejercitar a nuestras mentes y comparar estas ideas con algo que es familiar. Sólo podemos llegar a saber hasta el punto que Allah (swt) nos permite. Allah (swt), sin embargo, es infinito en su conocimiento. Consideremos el siguiente ejemplo, Allah (swt) ha creado 7 colores básicos. Es imposible que visualicemos otro color. (El caso es similar a describir el color rojo para alguien que es ciego por nacimiento; ninguna descripción sería adecuada. Sin embargo, Allah (swt) puede crear a más que estos colores básicos. A menos que Él lo desee, nunca podremos tener un agarre que este más allá de lo que Él halla deseado que tengamos.

Todo lo que acabamos de mencionar pertenece a ese conocimiento que Allah (swt) nos adjudicó en este mundo. Pero un punto merece atención particular: porque el poder de Allah y su fuerza es infinita, cualquier cosa puede ocurrir, y en cualquier momento, por Su voluntad. El Mensagero de Allah, el Prophet Muhammad (saas) también se refirió al poder eterno de Allah (swt) cuando dijo, "Los siete cielos y las siete tierras son tanto en la Mano de Allah como una semilla de mostaza en la mano de uno de vosotros" Allah (swt) explica lo infinito que es Su conocimiento en el Qur'an con lo siguente:

Si todos los árboles en tierra fueran plumas y todos los mares fueran tinta, entonces ni con siete mares además dejarían de fluir las palabras de Allah. Allah es Todopoderoso, Infinitamente sabio. (Sura Luqman: 27)

En resumen, no importa cuánto nos esforzamos en hacerlo, no es posible llegar a captar la extensión de conocimiento de Allah porque es ilimitada. No podemos comprender mas de lo que Allah nos permite:

Allah, no hay dios mas que Él, el Vivo, el Autosostenido. Él no es sujeto de la somnolencia o el sueño. Todo en los cielos y la tierra le pertenece. ¿Quién puede interceder con Él a menos que sea por Su permiso? Él sabe que hay delante de ellos y que está detrás pero no pueden captar Su conocimiento, nada mas que lo que Él quiera. Su escabel abarca los cielos y la tierra y la preservación de ellos no le cansa. Él es lo Más Alto, el Magnifico. (Sura a el- Baqara: 255)
2005-07-15 14:04:22

El Yihad, y el uso de la violencia en el Islam




Autor: Abdul Karim Paz


En el Nombre de Dios, el Clementísimo, el Misericordiosísimo
A Dios invoco para intentar acercar un mayor conocimiento de la revelación coránica y a Dios suplico la bendición para los grandes mensajeros de la humanidad, especialmente a Moisés, a Jesús y a Muhammad (Mahoma), con todos ellos sea la bendición y la paz. Todos los creyentes, intentamos humildemente emularlos, muchas veces con poco éxito, pero de todas maneras guardamos la esperanza, basados en la misericordia divina, de acercar el modelo de los mensajeros de Dios a nuestras vidas y a nuestra sociedad.
Así que agradezco mucho la oportunidad al padre Mosher por participar aquí y poder dar a conocer algo de la postura del Islam y el Corán que trata hoy sobre el tema de la violencia, el tema de la guerra y poder aclarar algunos puntos.
Yo me quedaría satisfecho si puedo dejar algunas cosas en claro para una posterior profundización. La primera cuestión que vamos a contestar rápidamente y que después vamos a explicar, es si el Sagrado Corán, el libro sagrado del Islam que contiene la revelación de Dios al profeta Muhammad, acepta la violencia o justifica la violencia. Vamos a contestar con una pequeña introducción que consiste en señalar que el Islam y la revelación coránica se presenta como una continuación del mensaje de Dios a la humanidad a lo largo de la historia, desde el comienzo con el primer hombre Adán, hasta el último de los mensajeros de Dios, Muhammad (La bendición y la paz sean con ellos). Todos son profetas y mensajeros de un mismo Dios, el Creador de todo cuanto existe. Desde el punto de vista del Islam, la revelación coránica y sus principios doctrinales son idénticos a los de Moisés y a los de Jesús (P).
Concretamente con relación a la pregunta, tenemos que decir que el Sagrado Corán prohíbe expresamente la agresión, pero admite la defensa contra ella. Ahora, con respecto a cómo una persona que no conoce el Corán o que no conoce el Islam y quiere tener un conocimiento lo más objetivo posible de lo que el Corán dice sobre este tema en particular (o sobre cualquier otro), debería proceder, podemos decir que tendrá que tener muy presente un principio básico que consiste en tomar en forma muy relativa la información de los grandes medios que muy a la ligera suelen hablar sobre el Islam, al que en el fondo desconocen casi totalmente.
Hay mucha gente que habla del Islam hoy en día y citan versículos coránicos pero sin el conocimiento suficiente y muchas veces confunden más o hacen decir al Corán lo que ellos quieren o suponen, pero no lo que el Corán realmente dice.
El principio fundamental que hay que tener en cuenta para entrar en este tema o en otros es que el Corán, al igual que otros libros sagrados, no es un libro que Dios revela para que nosotros vengamos y cada uno tome de este libro aquello que cree entender, sino que Dios revela esta revelación a un mensajero, es decir que Dios elige entre los hombres aquel más apto para hacerlo depositario de la revelación para que la enseñe a los hombres, de modo que nosotros tenemos que tener cuidado con tomar un libro sagrado, abrirlo y leerlo y creer que ya lo hemos entendido todo. Recuerdo una vez en la facultad un compañero me dijo: "yo leí el Corán tres veces ya", como insinuando que ya lo conocía. Obviamente muchas cosas se entienden en una lectura directa, pero otras requieren de un estudio guiado. Debemos introducirnos en el Corán de la mano del mensajero de Dios, entonces vamos a entender realmente lo que el Corán nos quiere decir.
Teniendo en cuenta esto que acabamos de ver, ahora sí podemos comenzar a responder nuestra pregunta primera y decir que la palabra yihad que menciona el Corán, significa "esfuerzo, lucha". Quizás alguno de ustedes haya escuchado esta tradición islámica según la cual, una vez el Profeta Muhammad le dijo a un grupo de sus seguidores que regresaban de un combate: "Bienvenidos vosotros que regresáis del pequeño yihad (lucha), al gran yihad".
Pensaron si acaso había un ejército más grande y preguntaron, ¿cuál es el gran yihad?. El Profeta respondió: "la lucha contra el ego". Esta tradición que los místicos recogen con mucha atención y mucha dedicación es una enseñanza del Profeta. Hay una gran lucha que es interior y una pequeña lucha que es exterior.
Ahora con respecto a la lucha exterior que es lo que tenemos que ver. La lucha exterior tiene condiciones. Hay un versículo coránico en el cap. 2, vers. 190 que dice:"Combatid en el camino de Dios a quienes os combaten", de modo que éste es un versículo sobre la lucha y es condicional, quiere decir que combatid a quienes os combaten, no a cualquiera. Hay muchos otros versículos sobre el combate que son condicionales y hay algunos menos que son incondicionales, por ejemplo, combatir a los impíos y a los hipócritas e inclusive hay uno que puede llevar a confusión a quienes lo leen directamente y no lo interpretan a la luz del mismo Corán o de los otros versículos coránicos sobre el mismo tema. Es un versículo que dice: "Combatid a quienes no creen en Dios ni en el último día, y ni prohíben lo que Dios y su enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera de entre aquellos que han recibido las escrituras hasta que sometidos paguen el tributo directamente". Los que han recibido la escritura en el Sagrado Corán son los Sabeos, los judíos, los cristianos. Aquí tenemos un versículo condicional, no incondicional.
Yo leí un libro del teólogo cristiano Jack Jomier. Seguramente el padre Mosher lo conoce que se llama: "Un cristiano lee el Corán". Cuando habla sobre el tema de la guerra desde le punto de vista del Islam menciona este versículo, pero este versículo extraído del contexto coránico lleva a confusión. ¿Por qué? Porque los sabios musulmanes en su metodología de interpretación del Corán sostienen que cuando nos encontramos con versículos incondicionales y otros condicionales, los incondicionales siguen a los condicionales. Es como si yo dijese: atiendan a las personas que vengan, y luego les dijese, pero no atiendan a los que nos faltan el respeto. La primera cuestión es incondicional, entonces el primer dicho está condicionado por el segundo. Tenemos muchos versículos que hablan de los cristianos en el Corán y de los judíos y tenemos muchos versículos condicionales sobre el tema del combate. Con respecto a los cristianos está el que les dije antes y otros que diré a continuación.
En el capítulo 2º, versículo 62 se lee: "Los creyentes, los judíos, los cristianos, los sabeos, quienes creen en Dios y en el último día, y obren bien, esos tendrán su recompensa junto a su Señor, no tienen porque temer y no estarán tristes". Tenemos versículos que afirman: "Encontraréis que los mejores amigos de los creyentes son quienes dicen somos cristianos porque hay entre ellos religiosos y monjes que son humildes". Tenemos versículos que hablan con veneración de Jesús (P) y su madre de la virgen María (P). Con respecto a los judíos tenemos versículos que veneran al profeta Moisés (P), y a otros profetas de Israel. Quizás el profeta Moisés (P) sea uno de los profetas más mencionados en el Sagrado Corán y es sabido por los musulmanes que ello se debe a que existe una analogía entre la historia de Moisés y la del Profeta Muhammad (BPD).
Cuando en el Corán leemos que nos dice: "...combatid contra quienes no creen en Dios ni en el último día... de entre aquellos que han recibido la escritura", nos damos cuenta juntando los versículos arriba citados que el Corán distingue entre dos clases o tipos de judíos, cristianos sabeos o creyentes en general, incluyendo musulmanes: Los que en la práctica realmente demuestran serlo sinceramente y los que no. Esto no debe entenderse como una discriminación contra judíos o cristianos, puesto que el Corán también distingue entre los verdaderos musulmanes y los hipócritas que hacen pasarse como tales. El Corán considera a los hipócritas más desviados y más condenables que a los incrédulos que atacan al Islam. Sin duda el hipócrita es engañador y hace más daño.
Tenemos otros artículos condicionales que voy a citar: "Combatid hasta que no haya sedición y no haya caos y opresión". El yihad según los sabios islámicos a la luz de la interpretación de las escrituras y las enseñanzas del profeta, comprende esa lucha interior de la que hablamos antes y cuyos alcances son muy vastos. Ahora, con respecto al tema del yihad exterior o legítima defensa contra la agresión sufrida, podemos decir que es un derecho reconocido por todas las religiones celestiales y las leyes internacionales.
El creyente no puede ser indiferente a una injusticia. El profeta dijo que aquel que vea una injusticia que la detenga con su mano (que actúe para detenerla), si no puede que lo haga con su lengua (que la denuncie), y si no puede que la rechace en su corazón, y ciertamente esta última es la expresión más débil de la fe. También el profeta tiene un dicho que dice: "Ayudad al oprimido y al opresor". Le preguntaron cómo hemos de ayudar al opresor. Respondió: "evitando que oprima".
El profeta comenzó su misión a los 40 años en la Meca. Luego de 13 años de predicar el nuevos mensaje entre la gente fue expulsado por las autoridades, tras un intento de asesinarlo. Emigra a Medina donde sus habitantes lo defienden contra la persecución y en esta ciudad fundará el estado islámico. Durante todos los primeros trece años en la Meca y luego los dos primeros en Medina soportó todo tipo de persecuciones, martirios de sus seguidores, torturas, robos, exilios, etc. No contestó a pesar de vivir en una sociedad muy guerrera, acostumbrada a vivir guerreando permanentemente y enorgulleciéndose de ello. Tenemos crónicas de guerras entre ellos que duraron cien años originadas por una carrera de camellos. Recién después del segundo año en Medina, Dios va a autorizar a los musulmanes que se defiendan a pesar de ser menores en número y luchar.
Vamos a ver el primer versículo que autoriza la defensa: "Les está permitido combatir a quienes son atacados porque han sido tratados injustamente, Dios es ciertamente poderoso para auxiliarles. A quienes han sido expulsados injustamente de sus hogares sólo por haber dicho nuestro Señor es Dios".
Los árabes eran politeístas en su mayoría y el politeísmo era la religión oficial, conformaba un sistema cultural, político económico, de modo que una aristocracia se beneficiaba con el culto a varios dioses y uno de los argumentos con los cuales se opusieron al profeta fue que ¿Vamos a cambiar 360 ídolos del templo por uno sólo?!, no es negocio! Entonces, en un momento que todavía estando en la Meca y la misión del profeta se había extendido, enviaron a unos líderes mequinenses a ver al Profeta diciéndole que estaban dispuestos a darle y ofrecerlo todo tipo de reconocimientos y beneficios, como la jefatura, dinero, mujeres, etc, a cambio de que desista de su misión, pero el profeta respondió con su célebre frase: "Si me ponen el sol en mi mano derecha y la luna en mi mano izquierda no voy a desistir de la misión que Dios me ha encomendado".
Como afirma el versículo, los musulmanes no habían cometido ninguna agresión, su único "pecado" había sido decir creemos en Dios y en el profeta.
Dice el Sagrado Corán: "Si Dios no hubiera rechazado a unos hombres valiéndose de otros, habrían sido demolidas ermitas, iglesias, sinagogas y mezquitas, donde se menciona mucho el nombre de Dios. Dios auxiliará ciertamente a quienes les auxilien, Dios es en verdad fuerte y poderoso".
Si analizamos este versículo que es el primero en donde se da la anuencia para la defensa, vamos a ver muchas cosas que tienen que ver con lo que venimos diciendo. Se les está permitido combatir a quienes son atacados porque han sido tratados injustamente. De nuevo reitera la condición... y han sido atacados injustamente por expresar su fe. No les ha sido reconocida su libertad como seres humanos a manifestar una fe o creencia.
El Corán dice expresamente. "Discutid con ellos (la gente del libro) de la mejor manera", también dice expresamente: "Está prohibida la imposición en materia de religión". También leemos sobre los incrédulos: "Ciertamente adoro lo que vosotros no adoráis". Al final de este capítulo dice: "...Con vosotros vuestro modo de vida y conmigo el mi modo de vida". Dios dicta el profeta que diga eso y en otros pasajes del Corán vemos que cuando hay diferencias irreconciliables ellas serán dirimidas por Dios en el Día del Juicio Final. La humanidad es una familia, somos todos descendientes de Adán y Eva, somos una familia con un Creador y un Dios, y en el seno de una familia pasa exactamente eso, las diferencias se enmarcan en una relación de afecto, respeto, entendimiento, solidaridad, una gran entrega de cada miembro por el resto. A nadie se le ocurre que en una familia, con conciencia de tal, se maten por las diferencias que puedan mantener entre sí. La solución de las diferencias cuando no se pueden resolver, se dejan para más adelante.
Tenemos en el Islam un dicho que pertenece al Imam Ali ibn Abi Talib (la paz sea con él), el primo, yerno y sucesor del Profeta Muhammad (BPD) que dice: "No ataquéis hasta que os ataquen puesto que vosotros seguís la verdad y tendréis una razón y una justificación sobre ellos que es la de no haber comenzado la agresión, esta es otra razón a favor de vuestra razón y derecho".
Además la legislación islámica (sharia), en torno a la guerra prohíbe expresamente el ataque a civiles, el ataque a inocentes, al ataque a las mujeres, ancianos y niños e inclusive el ataque a soldados en retirada o heridos, aquellos que deponen las armas. Está prohibido destruir campos , jardines, talar árboles, contaminar aguas. Está prohibido expresamente crear armas de destrucción masiva. Por ejemplo si tuviera la posibilidad de crear un arma nueva, que nadie tiene, que solamente nosotros tendríamos. Vamos a suponer que yo estoy convencido que profeso la verdad y quisiera tener una arma como disuasión, sin utilizarla, pero tenerla. Yo tengo prohibido, según la ley islámica, la invención de esa arma. Los musulmanes no han inventado armas de destrucción masiva, ni armas bactereológicas o químicas.
Dice un dicho profético: "Cuando venzas a tu enemigo con la ayuda de Dios, no matéis a quienes os dan la espalda, ni a los heridos y no molestéis a las mujeres, aún si estas os insultasen a vosotros y a vuestros mayores". Hay toda una regulación.
Ahora, la otra cuestión es por qué una religión aparece asociada al tema de la guerra y otra religión aparece asociada al tema de la paz. El Corán dice: "Entrad todos vosotros en la paz". La paz es un Nombre de Dios o uno de Sus atributos de perfección. La paz absoluta pertenece a Dios y El la confiere en grados a quienes quiere de Sus criaturas. El Profeta Muhammad (BPD) dijo: "Dios mío, Tú eres la paz, de Ti viene la paz, a Ti te pertenece la paz y a Ti vuelve la paz". No hay otra paz que no provenga de Dios, como no hay sabiduría que no provenga de El, no hay poder que no provenga de El y no hay bondad que no provenga de Dios, etc.
La paz es un atributo y un don de Dios. Nosotros decimos: Salam en nuestro saludo, los judíos dicen shalom..., ambas palabras semitas tienen el significado de paz. La raíz de las letras árabes de la palabra Islam, significan paz. Entonces podemos apreciar que el Corán invita expresamente a la paz. En muchos de sus versículos afirma que la reconciliación es mejor; el perdón es mejor.
Es muy interesante la ley del talión, seguramente vamos a coincidir con el rabino y algunos judíos en torno al significado real de la ley del talión en contraposición a algunos que creen ser más modernistas si rechazan la ley del talión como algo retrógrado, y por lo tanto, rechazándola creen servir mejor al desarrollo humanitario. Pero en realidad el talión es un derecho inalienable de los seres humanos. Significa que uno tiene el derecho de responder en la medida en que fue agredido, no más (si se excede es un agresor). Si bien el Sagrado Corán también dice que el perdón es mejor, más meritorio. Sí a Dios muchas veces le place más el perdón, pero eso no quita que el talión sigue siendo un derecho. Un derecho al que uno puede renunciar buscando una gracia de Dios, pero es un derecho. A veces, según el contexto, el perdón puede ser una expresión de debilidad que termina promoviendo la extensión del mal. Por eso el Corán, a pesar de promover el perdón muchas veces, también afirma: "Ciertamente en el talión tenéis vida".
La conciencia humana nos dicta que el agredido tiene derecho a la defensa, todas la leyes nacionales e internacionales confirman este derecho elemental. De todas maneras, cada tanto, escuchamos a quienes creen que el talión de las escrituras sagradas es algo del pasado primitivo de los hombres. Ojalá en este mundo en que vivimos tuviésemos más talión y menos impunidad de los poderosos.
También se acusa a las religiones de ser causantes de las guerras más atroces de la historia, pero eso no es verdad. En los siglos XIX y XX ha habido muchas guerras y este período las religiones no han desempeñado un rol importante en las esferas de poder. Las guerras mundiales, las bombas atómicas y otras plagas no han tenido motivaciones religiosas. En nombre de grandes valores, libertad, democracia, derechos humanos, como los valores religiosos se han emprendido terribles guerras, de modo que el fundamentalismo o el fanatismo y la intolerancia son vicios del alma que pueden tomar cualquier ropaje o ideología, aún la "democrática" o "libre", pero el modelo profético de las grandes religiones no tiene nada que ver con eso.
Para concluir quiero decirles que el Islam es una revelación de Dios que tiene como objetivo la conformación de una sociedad que refleje las bendiciones divinas.
El Islam nos anuncia la próxima venida de Jesús (P) para la materialización del reino de Dios en la tierra junto a un descendiente del Profeta Muhammad (BPD) que se llama Imam Mahdi (P). Para este fin el Islam ha dictado una serie de normas sociales y en ese marco tiene que tratar el tema de la defensa porque toda sociedad, sea cristiana, judía o atea tiene que tratarlo. Tomemos la constitución de cualquier país y hallaremos un capítulo o más de uno dedicado a la legítima defensa, al uso de la fuerza policial, militar, etc, en el marco de la ley. Todo cuerpo vivo no podrá sobrevivir sin anticuerpos que defiendan a nuestro organismo de los agentes bactereológicos que lo acechan. El sida es la suspensión de esa función vital para la vida de nuestro organismo. Hasta tanto no tengamos el ambiente libre de todo tipo de gérmenes y en el orden social, hasta que no tengamos una sociedad con seres humanos ideales, sin mal vivientes ni transgresiones, entonces podremos dejar el tema de la defensa.
El tema es, ¿qué hacemos en el mundo de hoy y en el que se avecina con el uso de hecho y no de derecho de la violencia? Los discursos pacifistas a ultranza suenan bien porque son ideales, nos adelantan una imagen del paraíso que todos anhelamos, pero ese objetivo aún está muy distante de nuestra realidad actual. Hay que buscar la paz pero controlando a los que buscan alterarla. Los pacifistas a ultranza a veces parecen ignorar - con la ingratitud que ello conlleva – que es gracias al patrullaje y cuidado de las fuerzas de seguridad que están operando en la sociedad (las honestas), que ellos pueden gozar de algo de calma y orden.
Si los policías guardaran sus armas durante una semana, ¿qué sucedería en nuestras ciudades!? A veces, en algunas charla con gente como los Testigos de Jehová que tocan nuestros timbres en nuestras casas, les digo: está bien tu discurso pacifista en contra de las armas, hay que alcanzar ese objetivo, si logramos las condiciones de una vida sin maldad será realizable, para eso vinieron Moisés, Jesús, Muhammad, para eso vinieron, para plasmar el reino de Dios, la Paz universal, pero estamos en ese reino? Si viene alguien y me apunta con un arma y me quiere robar, ¿debo yo no contestar?, supongamos que yo elijo esa opción, pero, ¿ y si mata a mi hija y amenaza con seguir matando a más gente?, ¿qué hago, me arrodillo? ¿No me sentiré culpable luego por no haber intentado detenerlo más enérgicamente aún arriesgando mi vida? Si lo hiciera, aún lastimándolo o aún acabando con su vida pero salvando muchas otras inocentes, ¿no seré reconocido como alguien que actuó valientemente?
Entonces hay que generar ese ambiente en el que llegue el día en que las armas se conviertan en lápices (como dijo un gran sabio islámico), remedios, juguetes, alimentos, vida, felicidad.
En el Reino de Dios que fue profetizado por los mensajeros de Dios, el lobo convivirá con las ovejas, las fieras no serán más peligrosas y nadie oprimirá a nadie.
Pero hoy desgraciadamente quienes conducen los destinos de la humanidad no están haciendo las cosas como para plasmar el reino divino. Las Naciones Unidas no pudieron, como dijo el pastor, evitar que una masacre, la de las torres, fuera seguida por otra masacre, el bombardeo a la gente en Afganistán. La mayoría de esa gente en Afganistán no tiene ni idea en dónde estaban esas torres ni sabían de su existencia, sólo vieron bombas caer sobre sus cabezas y destruir todo en sus vidas. No tenían ni un enchufe para ver qué pasó en Estados Unidos. Yo escuché cifras de más de 4000 muertos civiles en Afganistán ( es decir, un número mayor que los que murieron en las torres). Si querían aplicar una suerte de Talión lo hubiesen hecho sobre los autores del ataque a las torres, previo juicio de un tribunal, así es como se circunscribe la violencia, pero no, actuaron para que la violencia escale a límites insospechados.
¡Que Dios nos traiga la justicia infinita real!
Estoy de acuerdo con lo que dice el Dr Bentué cuando afirma que aquello que es relativo a la Misericordia de Dios, aún en la elección del mal menor si está relacionado a la Misericordia de Dios, va a legitimizarse y a bendecirse de Su parte. En ese caso el mal menor se convierte, por la aceptación de Dios y la trascendencia de la realidad en un bien.
De modo que yo creo, como a quedado demostrado hoy, que hay muchos puntos en común. Hay una regla de oro de la moral universal que afirma que no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti y haz a los demás lo que te gustaría que te hagan. Esto es un dicho del profeta Muhammad (BPD) y está en la enseñanza de todos los grandes profetas y maestros de la humanidad. Es algo muy elemental, pero muy difícil de cumplir y no requiere de mucho filosofar, ni grandes tratados teológicos o éticos. Todas las religiones haciéndose eco de la conciencia humana pregonan esto.
Quiero decir algo con respecto a ira de Dios. No creo que haya que caer en un dualismo en donde la ira, sea de Dios o del hombre, es sinónimo de mal y la clemencia es sinónimo de bien necesaria y absolutamente.
En general todas las escrituras hablan de la ira divina. Si bien Dios no castiga en primera instancia, ni oprime a nadie el peso de un átomo como afirma el Corán. Por el contrario, Dios crea en un acto de puro y absoluto amor y clemencia y otorga todas las posibilidades para la manifestación de ese amor y esa clemencia. Es el hombre en su ignorancia, impaciencia, y mal uso de la libertad que va a ir trastocando esa clemencia originaria en un alejamiento de ese vínculo primordial hasta que las consecuencias lo despierten y le muestren sus límites. Un ejemplo lo vemos en la naturaleza que es un signo de Dios, por ejemplo, en la relación de los padres con sus hijos. Cuando esta relación es natural y no está afectada por factores que la distorsionen, está enmarcada en el amor y la misericordia que facilita las cosas haciendo que todo fluya por los carriles que posibilitan su mejor desarrollo. Pero a veces un padre castiga, ¿cuándo?, cuando un niño se excede por ejemplo y comete una acción reprobable, entonces el castigo de los padres, sobre todo de la madre tendrá lugar en el marco de la misericordia, del cuidado de su hijo y en el deseo de un bien para ese hijo. Esa es una conducta natural y humana (de su esencia), y toda conducta natural es un signo del Creador (que le impuso Su sello a las cosas que creó).
De modo que me parece muy acertado ver las cosas en relación a la Misericordia divina y así podremos entender muchas cosas.
He intentado en estos minutos comenzar a erradicar este prejuicio tan extendido según el cual el Islam es una religión violenta. Pareciera que el Islam está dispuesto a una guerra santa para convertir al mundo y Bin Laden es la regla (independientemente de que haya sido o no el autor real de los atentados a las torres).
En este punto es necesario aclarar que Bin Laden no es en absoluto un referente islámico, lo mismo ocurre con los talibanes que le han dado cobertura ya que nunca han contado con el reconocimiento de los países musulmanes o los grandes centros de enseñanza del Islam en el mundo. Hasta el ataque norteamericano a Afganistán ningún país islámico había reconocido al gobierno del régimen taliban salvo tres países donde no hay elección por parte del pueblo como la dictadura de Pakistán o las monarquías de Emiratos Árabes y Arabia Saudita. Es decir que de más de cincuenta países musulmanes sólo los habían reconocido tres y ninguno de ellos con gobiernos muy representativos (además de que los tres son aliados de Estados Unidos). Tampoco ninguno de los centros mundiales de enseñanza del Islam como el de Qom en Irán o el del Azhar en el Cairo, Egipto por citar a los dos más importantes. De modo que es muy injusto que se intente generalizar o situar como un referente de los musulmanes a personajes o grupos políticos en cuya génesis además está la mano de Estados Unidos y que ha costado tanto sufrimiento a los musulmanes, a quienes están en las antípodas de lo que el Islam significa o enseña. Se pretende decir que esa es la amenaza del Islam cuando asume el poder y toma las riendas del destino de su gente, cuidado!!
Para concluir quiero agregar lo último sobre el tema de la ira. Si hacemos un examen de conciencia veremos que no es nada saludable eliminar el instinto de la ira de nuestra alma, sería terrible. Imaginemos una situación que debe motivar en nosotros la ira, como el abuso contra un niño indefenso, imaginemos que no sentimos nada, ninguna indignación. Si tal fuese al caso no reaccionaríamos, seguiríamos como si nada. Vienen a hacernos daño y no sentimos nada, ni siquiera un rechazo en el corazón. Evidentemente algo andaría mal y no sería lo normal y deseable. Dos anécdotas de la historia del Islam ilustran esto que quiero decir.
El profeta Muhammad (BPD) cuando conquistó la Meca pacíficamente decretó un indulto para todos los enemigos de los musulmanes. Lo hace desde una posición de fuerza, estando en condiciones de vengarse de tantos años (más de veinte) de abusos, torturas, asesinatos e intrigas contra él y su gente, pero perdona, corroborando que es un auténtico representante del Misericordiosísimo.
Otra anécdota de la vida del profeta nos refiere que en una oportunidad en que el mensajero de Dios descansaba al pie de un árbol se presentó de súbito un enemigo ante él con la intención de matarlo de un sablazo, alzó su espada y le dijo al profeta despertándolo de súbito: ¿¡Quién te va a salvar ahora de mi espada!?El profeta respondió: ¡Dios! Entonces el hombre descargó su golpe pero tropezó al hacerlo y cayó perdiendo el equilibrio y su espada. El profeta la tomó y ahora fue él quien le dijo al hombre: ¡Ahora, ¿quién te salvará a ti?!, el hombre dijo: ¡Tu misericordia! El profeta bajó la espada. Siempre el perdonar en situación de poder es meritorio y una característica muy noble del alma humana, pero cuando el perdón no supone un descontrol del mal para que éste pueda avanzar, sino cuando se lo domina y desactiva. El perdón en una situación de debilidad suele ser lo más frecuente.
* Representante de la Organización Islámica Argentina - Director de la Mezquita At-Tauhid - Encargado del Centro Islámico de Chile en Las Condes


La ética de la guerra en el islam




La Singularidad del Islam en la Ética de la Guerra
"Los buenos modales, la flexibilidad, la misericordia con los débiles y la tolerancia con los vecinos, son todas las características de cualquier nación en tiempos de paz, no importa cuán salvaje pueda ser esa nación. Sin embargo, el buen trato en tiempo de guerra, la flexibilidad con los enemigos, la misericordia con las mujeres, los niños y los ancianos y la tolerancia con los derrotados, son todas características que no pueden ser realizadas por cada nación y comandante militar.
Ver sangre provoca derramamiento de sangre; la animosidad despierta los sentimientos de rencor y la ira; el éxtasis de la victoria intoxica a los conquistadores con esa victoria, de modo que empuja a los tipos más atroces de venganza. Esto sucede tanto en la historia antigua como moderna de los países.
Más bien, es la historia del hombre desde que Caín mató a su hermano Abel:
"¡He aquí! ambos presentaron un sacrificio para Allah: fue aceptado de uno, pero no del otro. Dice este último: Ten por seguro, de que te mataré Sin duda, dijo el primero. Allah acepta el sacrificio de aquellos que son justos"
(Corán, Al-Maida, aya 27)
Aquí, la historia honra a los líderes de nuestra civilización, militares y civiles, conquistadores y gobernantes, a partir de los grandes líderes de otras civilizaciones, ellos se caracterizaban por la misericordia, la humanidad justa en las batallas más feroces y en los tiempos más oscuros que incitaban a la venganza y al derramamiento de sangre. Juro que si no hubiera sido por el hecho de que la historia habla acerca de tal milagro único en la historia de la ética de la guerra de manera veraz, sin duda alguna, habría dicho que es un mito como otros mitos que tienen cabida en la tierra 1.
Si la paz es el origen del Islam y la guerra fue legalizada en el Islam, por las mencionadas causas y objetivos, el Islam pone reglas y leyes para la guerra con el fin de limitar cualquier cosa que lo acompañan. De esta manera, las guerras son controladas por la ética, en lugar de por los deseos personales. El Islam permitió las guerras contra los tiranos y agresores y no contra personas inocentes y pacíficas. Dichos controles éticos incluyen lo siguiente:
1 - No matar mujeres, niños o ancianos: El Mensajero de Allah (saaws) aconsejó a los comandantes ser piadosos y temerosos de Allah, con el fin de empujarlos a observar la ética durante las guerras. El Profeta (saaws) ordenó evitar la muerte de los niños; Buraidá (que Allah esté complacido con él) narró que siempre que el Profeta (saaws) decretaba a alguien como comandante de un ejército o una brigada, él le aconsejaba exclusivamente ser piadoso y temeroso de Allah. El Profeta (saaws) también aconsejaba a ese comandante y a otros musulmanes tener buenos modales, diciendo: "… y no maten a un recién nacido…" 2. Abu Dawwud narró que el Profeta (saaws), dijo: "No maten a los ancianos, a las mujeres o a los niños…"3.
2 - No matar a los religiosos: Siempre que el Profeta (saaws) enviaba a sus ejércitos, les decía:"No maten a personas confinadas para el culto en ermitas" 4. Fue su consejo para el ejército que partía para la batalla de "Muatah":"Marchen en el nombre de Allah y por Su causa, luchen contra los infieles. Ataquen, pero no se llenen con odio, ni actúen a traición, no mutilen o maten a un recién nacido, una mujer, un anciano o una persona confinada en una ermita." 5
3 - No actuar a traición: el Profeta (saaws) despidió a las compañías, aconsejándoles: "… no actúen a traición…" 6 Tal consejo no fue dirigido al trato de los musulmanes con sus hermanos musulmanes sino más bien con los archienemigos con los que iban a luchar. La cuestión era tan importante que el Mensajero de Allah (saaws) se alejaba de los traidores incluso si eran musulmanes e incluso si la víctima era un infiel.
Dijo el Profeta (saaw):"Si alguien protege a un hombre y luego lo mata, yo repudio al asesino incluso si la persona muerta es un infiel." 7 El valor de la fidelidad estaba firmenente establecido en la costumbres de los compañeros del Profeta (saaws). Omar ibn al-Jattab fue informado, durante su gobierno, de que uno de los muyahidín había dicho a uno de los combatientes persas: "No temas", y luego, lo había matado. Al-Jattab escribió al comandante del ejército diciendo: "me dijeron que un hombre de entre vosotros llamó a un infiel y ese infiel buscó protección en la montaña, el hombre le dijo: No temas’. Y cuando el hombre capturó al infiel, lo mató. Juro por Aquel que controla mi alma, que si me hubieran dicho que alguien había hecho esto, lo hubiera decapitado." 8
4 - No hacer el mal en la tierra: las guerras de los musulmanes no estuvieron encaminadas al sabotaje, como en las guerras contemporáneas, en la que los combatientes no-musulmanes son dados a devastar todos los aspectos de la vida de sus oponentes. Por otra parte, los musulmanes eran muy aficionados a preservar el desarrollo en cada lugar, aun cuando se tratase de los países de sus enemigos. Esto fue explicitado por las palabras del primer califa (Abu Bakr) cuando aconsejó a los ejércitos que partían para el Oriente Medio, diciendo: "… y no hagan el mal en la tierra". Esto incluye cada buena acción. El consejo también decía:"No inunden o quemen árboles de Palma, no sacrifiquen ganado, ni corten árboles fructíferos o derrumben las sinagogas…" 9
Este tipo de detalles muestran el objetivo de los consejos de no hacer el mal en la tierra, por lo que el comandante del ejército no podía pensar que la animosidad con cualquier pueblo no permite algunas formas de maldad, que son todas rechazadas en el Islam.
5 - Gasto sobre los prisioneros de guerra: el Musulmán es premiado por ayudar y gastar en los prisioneros de guerra, porque ellos son débiles, sus vínculos con sus familiares y personas fueron cortados y están extremaamente necesitados de ayuda. El Sagrado Quran menciona la benevolencia con los prisioneros de guerra junto con la benevolencia con los huérfanos y los indigentes. En la descripción de los creyentes, Allah, exaltado sea, dice:
"Y alimentan, por el amor de Allah, a los indigentes, los huérfanos y los cautivos."
(Corán, Al-Insan, aya 8)
6 - No mutilar a los muertos: El Mensajero de Allah (saaws) prohibió la mutilación. Abdullah ibn Zayd narró:"El Profeta prohibió el saqueo y la mutilación."10 Emran ibn al-Husayn dijo: "El Profeta solía instarnos a la limosna y nos prohibió cometer mutilación" 11 Aunque los paganos mutilaron al tío del Profeta, Hamza, el Profeta (saaws) no abandonó ese principio. Más bien, él prohibió a los musulmanes mutilar los cadáveres del enemigo, diciendo:"La gente que enfrentará el castigo más severo en el Día de la Resurrección serán: un hombre asesinado por el Profeta, un hombre que mató a un Profeta, un imam mentiroso y un mutilador." 12 Nunca ha habido ni un solo incidente en la historia del Profeta (saaws) en el que un musulmán mutilase a cualquiera de los enemigos.
Se trata de la ética de los musulmanes en las guerras. Esta ética no cancela el honor en la animosidad, la justicia en el tratamiento o la humanidad durante los combates o después de la lucha.
Notas
1 Mustafa al-Sibai: Min Rawai Hadaratena Entre las hazañas de la nuestra civilización, P73.
2Muslim: libro de la Yihad, capítulo del Imam ordenando a los emires y su asesoramiento hacia ellos para observar la ética de la Conquista, (1731).
3 Dawwud de Abu: libro de Jihad, capítulo de llamar el enemigo (2614), Ibn Abi Shaibah, 6/483. Al-Baihaqy: al-Sunnan al-Kubra, (17932)
 4 (381)
5 Imán Muslim, hizo referencia del hadiz, sin mencionar la historia del pueblo de Muatah, libro de la Yihad y la Marcha, capítulo de la designación de emires y consejo sobre de la ética de las guerras (1731), Abu Dawwud (gobernando), Termidhi (1408), al-Baihaqy (17935),
6 Muslim: libro de la Yihad, capítulo de la designación emires en las misiones (1731), Abu Dawwud (gobernando), Termidhi (1408), Ibn Majah (2857).
7Al-Bujary: al-Tarikh al-Kabir gran historial, 3/322, el fraseo es suyo. Ibn Hibban (5982). Al-Bazzar (2308). Al-Tabarany al-Muagam al-Kabir gran Léxico (64) y en al-Muagam al-Saghir Small Léxico (38).
8 Al-Muwatta: narración de Iahya al-Leithi (967). Al-Baihaqy: Marefat al-Sunnan wal-Athar Conocimiento de la Sunna y las Tradiciones. (5652)
9 Al-Baihaqy: al-Sunan al-Kubra (17904). Al-Tahawy: Mushakkal de Salerm la-Athar, 3/144. Ibn Asaker: Tarikh Demeshq Historia de Damasco, 2/75.
10 Al-Bukhary: libro de los Reclamos, capítulo del saqueo (2342). musnad at-Tialsy (1070). Al-Baihaqy: al-Sunan al-Kubra (14452).
11 Abu Dawwud: libro de la Yihad, capítulo de la prohibición de la mutilación (2667). musnad Ahmad (20010). Ibn Habban (5616). Abdul-Razzaq (15819). Al-Abany: auténtico. Véase: Erwaa al-Ghalil (2230).
12 Ahmed (3868), el fraseo es suyo. Shuayb al-Arnaut dice que es bueno. Al-Tabarani: Al-Kabir (10497). Al-Bazzar (1728). Al-Albany: auténtico; ver: Al-Silsila al-Sahiha (281).

Condiciones y límites del Yihâd en el Islam




Que el Islam bajo ningún concepto sea un tipo de pacifismo, no quiere decir que en su ejercicio de violencia "todo valga". En lo que se refiere a las condiciones y límites de la violencia, tenemos una guía clara en el Corán, en la sunna del Profeta y en las costumbres de los compañeros del Profeta.

Lo primero que habría que aclarar es lo que está prohibido en acción de guerra:
· Está prohibido matar no combatientes (Mabsit de Sarajisy, X, 64).
· Está prohibido matar niños y mujeres (Muwatta, libro 21, hadices 8,9,11) 1
· Está prohibido matar a los criados y los esclavos que acompañen a sus amos y no tengan parte en la lucha (Mabsut de Sarajisy, X, 64)
· Está prohibido matar a impedidos de cualquier clase que les haga no poder participar en la lucha: ancianos, ciegos, desvalidos, locos, etc. (Mabsut de Sarajisy, y Sharhj al-Siyar al-Kabir, IV, 78)
· Está prohibido matar monjes, ermitaños u hombres de religión de cualquier clase (Muwatta, libro 21, hadiz 10; palabras del Profeta y costumbre de Abu Bakr) 2.
· Está prohibido matar a los comerciantes, mercaderes, contratistas y similares, que no tomen parte en la lucha (Jaray de Yahya, p. 34, Jaray de Abu Yusuf, p. 122).
· Está prohibido matar a los campesinos que no tomen parte en la lucha (Costumbre de Abu Bakr en Tabari, 2026 y 2031; y ‘Omar en Ibn Rush Bidayah al-Masjtihad I, 131)
· Está prohibido torturar a los enemigos y mutilar sus cuerpos (al-Bidaya de Averroes).
· Está prohibido matar si no es con arma hombre-hombre, como la espada o la flecha; por ejemplo, se prohíbe el uso del fuego (Costumbre de ‘Omar basada en un hadiz del Profeta) 3 y las máquinas de guerras que causaren matanzas indiscriminadas -como las catapultas- sólo se permiten siempre si se sabe que en la fortaleza no hay mujeres no combatientes, ancianos o niños (Corán 48:25) 4
· Pero, incluso, están prohibidas acciones tales como talar árboles frutales, sacrificar ovejas o ganado si no es para alimentarse ese mismo día, quemar o dispersar abejas... (Costumbre de Abu Bakr, Riad Salihin, libro 21: 10) 5
· Asimismo, está prohibido destruir edificios, ni siquiera deshabitados (costumbre de Abu Bakr).
Antes de entablar combate, el Profeta daba últimas oportunidades a sus enemigos:"Cuando os enfrentéis a los hostiles mushrikun los enemigos del Profeta, emplazadles a tres cosas. Aceptad lo que consientan y evitad (atacar)les:
1. Emplazadles a convertirse al Islam. Si consienten en ello, aceptadlo y evitad (atacar)les.
2. Emplazadles a que se pongan en marcha hacia la morada de los emigrantes (i.e. la ciudad de Medina) y comunicadles que, si lo hacen así, tendrán los mismos derechos y deberes que los que allí van.
3. Si no quieren hacerlo y prefieren quedarse en su propio territorio, hacedles saber que serán como los beduinos conversos, que están sometidos a la autoridad de Allâh como los demás creyentes, pero no tienen derecho a parte del botín, a menos que se unan a los musulmanes en la guerra.
4. Si se niegan a ello, emplazadles al pago de un tributo de sumisión y protección (la yizia) 6. Si consienten, aceptadlo y evitad (atacar)les. Pero si lo rechazan, entonces invocad la ayuda de Allâh y atacadles.
El musulmán no lucha siempre que se le deja el menor escape. En un hadiz del Profeta se aconseja expresamente no desear la lucha:
"¡Oh, gentes, no deseeis el enfrentamiento con el enemigo, pedid a Allâh que os ponga a salvo. Pero cuando os enfrenteis a él, hacedlo con paciencia y sabed que el Jardín está a la sombra de las espadas!" (Riad Salihin, 1331)
En el modus operandi en guerra del Profeta había toda una sabiduría de evitar la confrontación, que quedó plasmada en nuestro Libro (que es también, como otras muchas cosas, un libro del ‘Arte de la guerra’) 7:
Preparad cuanta fuerza y caballería seáis capaz de juntar para intimidar a los enemigos de Allâh y a vuestros enemigos" (8:60)
Para intimidar, no para atacar. Porque la mejor forma de no entrar en combate es ser respetado. El Profeta esperaba mucho antes de entrar en batalla. Se levantaba temprano y se iba a donde tendría lugar, ponía a cada uno en su sitio (3:121), y esperaba. A veces llegó a esperar días enteros, sin querer dar la orden de ataque. En una ocasión, esto logró desmantelar una batalla, haciendo retirarse al ejército enemigo. Pero normalmente esperaba todo el día y al atardecer, cuando descendía sobre ellos un aire leve al que el Profeta llamaba ‘la sakiná’, daba la orden de atacar. En cuanto el ejército enemigo pedía la paz, el Profeta la aceptaba8. Nunca rompió un pacto y, si temía que el otro que lo había firmado, fuera a romperlo, denunciaba que no se fiaba de ese pacto y que quedaba roto (8:58) antes de atacar al enemigo (Hay una fuerte condena coránica de hacer pactos falsos) 9. En otra ocasión, no guerreó haciendo abrir un foso que rodeara la ciudad en que había sido sitiado para evitar el asalto de las tropas enemigas, mientras infiltró en el campo enemigo algunos que divulgaban falsos rumores.
Otra aclaración fundamental a la hora de entender el yihâd es la relativa a las circunstancias en las que debe practicarse, y para ello, nada mejor que la guía del Corán 10:
Combatid en la senda de Allâh a quienes os combaten, pero no provoquéis su hostilidad; en verdad Allâh no ama a quienes provocan la hostilidad.
Matadles donde quiera que los encontréis y expulsadles de donde os hayan expulsado; la persecución (de los justos) es peor que la matanza (de los opresores). Sin embargo, no los combatáis en el recinto de la Mezquita Sagrada hasta que ellos no os combatan allí; pero si os combaten, matadles. Ésa será la recompensa de los destructores. Sin embargo, si cambian de idea, Allâh perdona, es compasivo.
Combatidles hasta que no haya más persecución (para vosotros por vuestra religión) y el dîn sea el de Allâh; entonces, si se arrepienten, que no haya enemistad más que contra los que sigan haciendo el mal. El mes sagrado por el mes sagrado, que las cosas sagradas sean sometidas la ley del talión; así que cualquiera que os ataque, atacadle también de la misma forma (2:190-4).
En todo el Corán no se encuentra un solo versículo en el que se hable de hacer el Yihâd para convertir a los infieles; más al contrario, es conocido de todos los musulmanes la aya "Lâ ikraha fid-dîn" ‘no haya compulsión en materia de religión’ 2:256, así como la famosa aya:
"Si tu Señor lo hubiera querido, habrían creído todos los que están en la tierra. ¿Puedes tú forzar a los hombres para que sean creyentes?" (10:99)
Y, mucho menos, el motivo del yihâd es jamás el lucro personal o la ambición. Tiene que ser el mismísimo Hasan al-Banna (fundador del grupo de los Hermanos Musulmanes, que no se distinguen por su delicadeza de interpretación del Islam) el que nos recuerde que la palabra árabe "guerraqitâl jamás es usada en los tratados de jurisprudencia islámica. Porque la guerra fuera del estrecho marco del yihâd –la autodefensa de la opresión- está prohibida. En un dicho de ‘Omar queda claro el rechazo a la lucha por el botín, de paso que nos recuerda las cualidades del guerrero musulmán (del que ya dijera Sánchez Dragó que dio origen al caballero andante español):
"La nobleza del mu’min es su presencia de Allâh (taqua). Su Senda es su doble estirpe. Su hombría es su buen carácter. La audacia y la cobardía son sólo instintos que Allâh pone donde Él quiere. El cobarde rehuye defender aún a su padre y a su madre, y el valiente lucha por el combate mismo, no por el botín. Ser matado es sólo una de las formas de encontrar la muerte, y el mártir es aquel que se entrega a sí mismo esperando la recompensa de Allâh" (Muwatta, libro 21 hadiz 35)
El motivo del Yihâd es siempre por la agresión recibida con anterioridad, como muestran los versículos mencionados "combatid a quienes os combaten". Veamos en otros versículos algo idéntico:
Combatid continuamente a los mushrikûn politeístas, al igual que ellos os combaten continuamente (9:36)
Si entonces se retiran y no os combaten, sino que os ofrecen la paz, Allâh no os ha dado autorización contra ellos. Si no se retiran ni os ofrecen la paz ni contienen sus manos, tomadlos y matadles allí donde quiera que los encontréis (4:90-1)
Si violan sus juramentos tras haber pactado (con vosotros la paz) y os atacan por vuestra religión, combatid a los jefes de los destructores; ellos no respetan sus juramentos; tal vez cesen (en su hostigamiento). ¿No combatiréis a un pueblo que ha roto sus juramentos y ha procurado expulsar al Mensajero, y que tomó la iniciativa contra vosotros?
Está claro que el musulmán no disfruta con el yihâd. Esto ya aparece en el Corán:
"Se os prescribe el combate, aunque os repugne"
La legitimidad del Yihâd no le viene de que lo realicen los que tienen la verdad para imponerse sobre los que consideran que están equivocados, sino de ser una guerra de auto-defensa por la hostilidad sufrida. Una vez y otra en el Corán se hace referencia a los momentos históricos que sufrió Muhammad y su pequeña comunidad antes de que bajaran ‘los versículos de la guerra’. Resumamos estas circunstancias históricas, para comprender aún mejor, una figura como la de Muhammad, en las etapas principales de su vida:
1. La misión secreta, en la que sólo un pequeño grupo de gente aceptaba lo que trasmitía Muhammad, básicamente familiares y amigos.
2. La misión pública dirigida a su tribu y después a toda la humanidad.
3. El período de negociaciones durante el que los mequíes intentaron que el Profeta desistiese de propagar su Mensaje a cambio de poder y riquezas.
4. El período de violencia y opresión. La historia ha recogido casos espeluznantes de tortura.
5. La emigración a Etiopía para salvar la vida Muhammad y sus seguidores.
6. La etapa de artimañas, intrigas y conspiraciones contra el Profeta, en la que se forzó al clan al que pertenecía tribalmente Muhammad (los Banu ‘abd Manaf) a entregar al Profeta y a sus compañeros, o, en su defecto, a inhibirse de su defensa en caso de atacarles los mushrikûn.
7. El período de búsqueda de refugio en al-Taif (a 45 millas de Meca), cuyo pueblo no les prestaron hospitalidad y les humillaron, obligándoles a volver sobre sus pasos.
8. Intento frustrado de asesinato de Muhammad.
9. La etapa de la emigración a Medina (la Hiÿra), donde cierto sector de la sociedad de Medina recibió al Profeta como un hombre sabio y noble perseguido por la fidelidad a su conciencia.
10. La enemistad entre los musulmanes en Medina y los judíos que allí habitaban, ante el desconcierto de Muhammad que no esperaba que ellos (como "gente del Libro" que eran y porque los había ayudado ya con antelación en la guerra que tuvieron los judíos con los mushrikûn) conspiraron contra él y sus mensajeros. Muhammad pactó con los judíos para poder centrarse en las amenazas de sus antiguos enemigos, que estaban causando un gran sufrimiento a los musulmanes que no habían podido emigrar a Medina y seguían en Meca.
11. El período de la provocación. Muhammad comprendió que, o conseguía que los medinenses entendiesen el Islam, o los mequíes acabarían por infiltrarse en Medina y atacarles por sorpresa, sobre todo, porque el pacto con los judíos no le ofrecía confianza. Una alianza mequíes-judíos de Medina supondría una nueva expulsión, y quién sabe si más aún. Por todas estas razones, el Mensajero y sus compañeros se prepararon para resistir a los que se oponían a la existencia del Islam. Muhammad se enzarzó en múltiples escaramuzas con ellos y les demostró su fuerza y su decisión en proteger la existencia del Islam y "a los oprimidos, hombres, mujeres y niños que gritan: ¡Oh Señor nuestro, sácanos de esta ciudad de injustos! (...) ¡Danos un defensor designado por ti!" (4:75).
12. Los judíos (al menos tres tribus judías de Medina) rompen su pacto con Muhammad y presentan batallas, que, finalmente, consolidan a Muhammad en Medina.
13. Por último, la entrada triunfal de Meca por el Profeta y sus seguidores, sin represalias para los vencidos.
Deducimos que Muhammad sólo combatió a los que le combatieron, y que su lucha no tuvo más objetivo que rechazar la opresión y defenderse de la agresión, y poner fin a la persecución de la que era objeto por motivos de conciencia. Y esto es exactamente lo que prescriben los versículos de la guerra que antes hemos visto. Verdaderamente habría sido justo que se les hubiera permitido a los musulmanes desde el principio defenderse de la agresión; pero lo único que se les decía se parecía mucho al mensaje de ‘Isa de poner la otra mejilla:
"No seáis como la gente que no razona y afirméis que si los demás os tratan bien vosotros haréis lo mismo y si os causan daño vosotros también lo haréis. Acostumbraos más bien a hacer el bien si os tratan bien y a no hacer el mal si os tratan mal" (Tirmidzi, 5129).
"Responde a una mala acción con una buena y aquel que era tu enemigo será tu amigo" (Corán)
Cada vez que los primeros musulmanes sentían la necesidad de resistir a la opresión y vengarse de sus opresores, el Profeta los retenía: "No se me ha ordenado combatir",solía decir. Hasta que recibieron el permiso de Allâh. El texto no tiene desperdicio para los que creen que el Islam es una religión fanática que no permite la libertad de culto:
"Se ha concedido el permiso a quienes combaten porque han sufrido injustamente; Allâh es capaz de ayudar a quienes han sido expulsados de sus casas sin justificación, sólo por decir "Allâh es nuestro Señor". Si Allâh no os enfrentase a los unos contra los otros, se habrían destruido muchas ermitas, sinagogas, oratorios y mezquitas en los que se menciona el nombre de Dios" (22:39-40)
Es decir, el permiso que desciende a los creyentes no es para satisfacer la venganza, ni siquiera para lograr la auto-defensa sino para defender la vida de todos los creyentes, para defender la libertad de conciencia y de culto. En este sentido, es imprescindible que hagamos una reflexión filológica, que llega hasta nuestra Andalucía de hoy. Cuando el Corán ordena guerrear contra el kafir no está diciendo que se combata al que no cree en el Islam, al infiel o al librepensante. ¿Qué palabra deriva en castellano de ‘kafir’? "Cafre". Un cafre no es un ateo; es un salvaje. También en Malta, que fue asimismo tierra islámica, tenemos un vestigio de esta palabra; kiefer aún hoy día en maltés significa "cruel". Un cafre, alguien cruel... No nos confundamos de tiempo y pensemos que el Islam fue lo que algunos ahora querrían que fuese. Si el Islam no hubiera sido sensible al Conocimiento que poseían los no-musulmanes jamás habrían existido Córdoba, Damasco, Bagdad o Estambul.
Notas:
1 Hay una excepción y es que tengan parte activa en el combate, en cuyo caso son consideradas soldados y están sometidas al mismo régimen que ellos (al-bidaya de Averroes). Las mujeres no-musulmanas y musulmanas iban a la guerra. Por ejemplo, Muhammad tenía la costumbre de salir rodeado de una o dos de ellas. A veces ellas llegaban a primera línea como Aixa (Tabari, tarij vol III, p. 49), y otras eran muÿahidinas como en el hadiz que el Muwatta en el libro 21:39 refiere acerca de Umm Haram.
2 Respecto a la matanza de monjes, conviene copiar aquí el edicto de Muhammad, que dice:
"He escrito este edicto bajo la forma de una orden para mi comunidad y para todos aquellos musulmanes que viven dentro de la cristiandad, en el Este y en el Oeste, cerca o lejos, jóvenes y viejos, conocidos y desconocidos. Quien no respete el edicto y no siga mis órdenes obra contra la voluntad de Allâh y merece ser maldito, sea quien sea, sultán o simple musulmán. Cuando un sacerdote o ermitaño se retira a una montaña o a una gruta, o se establece en la llanura, el desierto, la ciudad, la aldea, la iglesia, estoy con él en persona, junto con mi ejército y mis súbditos, y lo defiendo contra todo enemigo. Os abstendreis de hacerles ningún daño. Está prohibido arrojar a un sacerdote de su iglesia, a un ermitaño de su ermita. No se ha de quitar ningún objeto de una iglesia para utilizarlo en la construcción de una mezquita o de casas de musulmanes. Cuando una cristiana tenga relaciones con un musulmán, éste debe tratarla bien y permitirle orar en su iglesia, sin poner obstáculo entre ella y su religión. Si alguien hace lo contrario, será considerado como enemigo de Allâh y su Profeta. Los musulmanes deben acatar estas órdenes hasta el final del mundo".
3 "Si lo acosais, matadle; pero no lo quemeis. Nadie puede castigar con el fuego, salvo el Señor del Fuego". Algunos legisladores islámicos aceptan esta forma de muerte en casos especiales (v.gr. Sufyan al-Tauri).
4 "Si hubiesen estado separados habríamos infligido a los kuffâr un doloroso castigo". Ignoramos qué circunstancias se dieron en el ataque del Profeta a la población de al-Ta’if porque según Averroes el Mensajero allí uso catapultas.
5 Hay una excepción en la vida del Profeta a esta norma, y fue cuando prendió fuego a las palmeras datileras de los Banu Nadir, acción probablemente justificada en que fue esta tribu la que atacó al Profeta. Sin embargo, nunca se oyó decir que el Profeta matase animales (al-bidaya de Averroes).
6 La yizia es el impuesto que pagan los no-musulmanes que viven en territorio islámico. Cuando se dice que los musulmanes no tienen que pagarlo, se dice verdad, lo que no acaba de aclararse siempre es que los musulmanes pagan a su vez un impuesto que ellos no tienen que pagar, el zakat. El pago de la yizia es más o menos igual, a veces ligeramente superior, pero te da derecho a ser protegido y te exime del servicio militar. En el caso de sumarse el no-musulmán al yihâd -como los judíos palestinos durante las Cruzadas o los sefardíes de la Reconquista española- entonces quedaban exentos de la yizia.
7 Por ejemplo, algunas disposiciones son: "Tomad precauciones, marchad en destacamentos o en bloque" (4:71), No deben salir todos juntos a la campaña (9:122), que luchen en líneas de combate (61:4), usando el hierro para hacerse armas y cotas de malla (34:10-1, 57:25), con caballería y el arte del arco, manteneos fuertes en la batalla y no os retireis (8:45-6, 8:15-6), etc.
8 "Si se inclinan a la paz, inclínate a ella".
9 "No consideréis las promesas una nueva intriga" (16:94). Ojalá aprendieran las naciones que se consideran civilizadas.
10 Ya que nos hallamos ante un Libro que no sólo se revelaba a Muhammad en la soledad de una cueva sino también con ocasión de batallas y aún en el lecho de alguna de sus mujeres. El Corán es una Revelación que tiene que ver con la vida, la vida del hombre en relación, en sociedad y no con la piedad privada.