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jueves, 27 de septiembre de 2012

El Yihad, y el uso de la violencia en el Islam




Autor: Abdul Karim Paz


En el Nombre de Dios, el Clementísimo, el Misericordiosísimo
A Dios invoco para intentar acercar un mayor conocimiento de la revelación coránica y a Dios suplico la bendición para los grandes mensajeros de la humanidad, especialmente a Moisés, a Jesús y a Muhammad (Mahoma), con todos ellos sea la bendición y la paz. Todos los creyentes, intentamos humildemente emularlos, muchas veces con poco éxito, pero de todas maneras guardamos la esperanza, basados en la misericordia divina, de acercar el modelo de los mensajeros de Dios a nuestras vidas y a nuestra sociedad.
Así que agradezco mucho la oportunidad al padre Mosher por participar aquí y poder dar a conocer algo de la postura del Islam y el Corán que trata hoy sobre el tema de la violencia, el tema de la guerra y poder aclarar algunos puntos.
Yo me quedaría satisfecho si puedo dejar algunas cosas en claro para una posterior profundización. La primera cuestión que vamos a contestar rápidamente y que después vamos a explicar, es si el Sagrado Corán, el libro sagrado del Islam que contiene la revelación de Dios al profeta Muhammad, acepta la violencia o justifica la violencia. Vamos a contestar con una pequeña introducción que consiste en señalar que el Islam y la revelación coránica se presenta como una continuación del mensaje de Dios a la humanidad a lo largo de la historia, desde el comienzo con el primer hombre Adán, hasta el último de los mensajeros de Dios, Muhammad (La bendición y la paz sean con ellos). Todos son profetas y mensajeros de un mismo Dios, el Creador de todo cuanto existe. Desde el punto de vista del Islam, la revelación coránica y sus principios doctrinales son idénticos a los de Moisés y a los de Jesús (P).
Concretamente con relación a la pregunta, tenemos que decir que el Sagrado Corán prohíbe expresamente la agresión, pero admite la defensa contra ella. Ahora, con respecto a cómo una persona que no conoce el Corán o que no conoce el Islam y quiere tener un conocimiento lo más objetivo posible de lo que el Corán dice sobre este tema en particular (o sobre cualquier otro), debería proceder, podemos decir que tendrá que tener muy presente un principio básico que consiste en tomar en forma muy relativa la información de los grandes medios que muy a la ligera suelen hablar sobre el Islam, al que en el fondo desconocen casi totalmente.
Hay mucha gente que habla del Islam hoy en día y citan versículos coránicos pero sin el conocimiento suficiente y muchas veces confunden más o hacen decir al Corán lo que ellos quieren o suponen, pero no lo que el Corán realmente dice.
El principio fundamental que hay que tener en cuenta para entrar en este tema o en otros es que el Corán, al igual que otros libros sagrados, no es un libro que Dios revela para que nosotros vengamos y cada uno tome de este libro aquello que cree entender, sino que Dios revela esta revelación a un mensajero, es decir que Dios elige entre los hombres aquel más apto para hacerlo depositario de la revelación para que la enseñe a los hombres, de modo que nosotros tenemos que tener cuidado con tomar un libro sagrado, abrirlo y leerlo y creer que ya lo hemos entendido todo. Recuerdo una vez en la facultad un compañero me dijo: "yo leí el Corán tres veces ya", como insinuando que ya lo conocía. Obviamente muchas cosas se entienden en una lectura directa, pero otras requieren de un estudio guiado. Debemos introducirnos en el Corán de la mano del mensajero de Dios, entonces vamos a entender realmente lo que el Corán nos quiere decir.
Teniendo en cuenta esto que acabamos de ver, ahora sí podemos comenzar a responder nuestra pregunta primera y decir que la palabra yihad que menciona el Corán, significa "esfuerzo, lucha". Quizás alguno de ustedes haya escuchado esta tradición islámica según la cual, una vez el Profeta Muhammad le dijo a un grupo de sus seguidores que regresaban de un combate: "Bienvenidos vosotros que regresáis del pequeño yihad (lucha), al gran yihad".
Pensaron si acaso había un ejército más grande y preguntaron, ¿cuál es el gran yihad?. El Profeta respondió: "la lucha contra el ego". Esta tradición que los místicos recogen con mucha atención y mucha dedicación es una enseñanza del Profeta. Hay una gran lucha que es interior y una pequeña lucha que es exterior.
Ahora con respecto a la lucha exterior que es lo que tenemos que ver. La lucha exterior tiene condiciones. Hay un versículo coránico en el cap. 2, vers. 190 que dice:"Combatid en el camino de Dios a quienes os combaten", de modo que éste es un versículo sobre la lucha y es condicional, quiere decir que combatid a quienes os combaten, no a cualquiera. Hay muchos otros versículos sobre el combate que son condicionales y hay algunos menos que son incondicionales, por ejemplo, combatir a los impíos y a los hipócritas e inclusive hay uno que puede llevar a confusión a quienes lo leen directamente y no lo interpretan a la luz del mismo Corán o de los otros versículos coránicos sobre el mismo tema. Es un versículo que dice: "Combatid a quienes no creen en Dios ni en el último día, y ni prohíben lo que Dios y su enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera de entre aquellos que han recibido las escrituras hasta que sometidos paguen el tributo directamente". Los que han recibido la escritura en el Sagrado Corán son los Sabeos, los judíos, los cristianos. Aquí tenemos un versículo condicional, no incondicional.
Yo leí un libro del teólogo cristiano Jack Jomier. Seguramente el padre Mosher lo conoce que se llama: "Un cristiano lee el Corán". Cuando habla sobre el tema de la guerra desde le punto de vista del Islam menciona este versículo, pero este versículo extraído del contexto coránico lleva a confusión. ¿Por qué? Porque los sabios musulmanes en su metodología de interpretación del Corán sostienen que cuando nos encontramos con versículos incondicionales y otros condicionales, los incondicionales siguen a los condicionales. Es como si yo dijese: atiendan a las personas que vengan, y luego les dijese, pero no atiendan a los que nos faltan el respeto. La primera cuestión es incondicional, entonces el primer dicho está condicionado por el segundo. Tenemos muchos versículos que hablan de los cristianos en el Corán y de los judíos y tenemos muchos versículos condicionales sobre el tema del combate. Con respecto a los cristianos está el que les dije antes y otros que diré a continuación.
En el capítulo 2º, versículo 62 se lee: "Los creyentes, los judíos, los cristianos, los sabeos, quienes creen en Dios y en el último día, y obren bien, esos tendrán su recompensa junto a su Señor, no tienen porque temer y no estarán tristes". Tenemos versículos que afirman: "Encontraréis que los mejores amigos de los creyentes son quienes dicen somos cristianos porque hay entre ellos religiosos y monjes que son humildes". Tenemos versículos que hablan con veneración de Jesús (P) y su madre de la virgen María (P). Con respecto a los judíos tenemos versículos que veneran al profeta Moisés (P), y a otros profetas de Israel. Quizás el profeta Moisés (P) sea uno de los profetas más mencionados en el Sagrado Corán y es sabido por los musulmanes que ello se debe a que existe una analogía entre la historia de Moisés y la del Profeta Muhammad (BPD).
Cuando en el Corán leemos que nos dice: "...combatid contra quienes no creen en Dios ni en el último día... de entre aquellos que han recibido la escritura", nos damos cuenta juntando los versículos arriba citados que el Corán distingue entre dos clases o tipos de judíos, cristianos sabeos o creyentes en general, incluyendo musulmanes: Los que en la práctica realmente demuestran serlo sinceramente y los que no. Esto no debe entenderse como una discriminación contra judíos o cristianos, puesto que el Corán también distingue entre los verdaderos musulmanes y los hipócritas que hacen pasarse como tales. El Corán considera a los hipócritas más desviados y más condenables que a los incrédulos que atacan al Islam. Sin duda el hipócrita es engañador y hace más daño.
Tenemos otros artículos condicionales que voy a citar: "Combatid hasta que no haya sedición y no haya caos y opresión". El yihad según los sabios islámicos a la luz de la interpretación de las escrituras y las enseñanzas del profeta, comprende esa lucha interior de la que hablamos antes y cuyos alcances son muy vastos. Ahora, con respecto al tema del yihad exterior o legítima defensa contra la agresión sufrida, podemos decir que es un derecho reconocido por todas las religiones celestiales y las leyes internacionales.
El creyente no puede ser indiferente a una injusticia. El profeta dijo que aquel que vea una injusticia que la detenga con su mano (que actúe para detenerla), si no puede que lo haga con su lengua (que la denuncie), y si no puede que la rechace en su corazón, y ciertamente esta última es la expresión más débil de la fe. También el profeta tiene un dicho que dice: "Ayudad al oprimido y al opresor". Le preguntaron cómo hemos de ayudar al opresor. Respondió: "evitando que oprima".
El profeta comenzó su misión a los 40 años en la Meca. Luego de 13 años de predicar el nuevos mensaje entre la gente fue expulsado por las autoridades, tras un intento de asesinarlo. Emigra a Medina donde sus habitantes lo defienden contra la persecución y en esta ciudad fundará el estado islámico. Durante todos los primeros trece años en la Meca y luego los dos primeros en Medina soportó todo tipo de persecuciones, martirios de sus seguidores, torturas, robos, exilios, etc. No contestó a pesar de vivir en una sociedad muy guerrera, acostumbrada a vivir guerreando permanentemente y enorgulleciéndose de ello. Tenemos crónicas de guerras entre ellos que duraron cien años originadas por una carrera de camellos. Recién después del segundo año en Medina, Dios va a autorizar a los musulmanes que se defiendan a pesar de ser menores en número y luchar.
Vamos a ver el primer versículo que autoriza la defensa: "Les está permitido combatir a quienes son atacados porque han sido tratados injustamente, Dios es ciertamente poderoso para auxiliarles. A quienes han sido expulsados injustamente de sus hogares sólo por haber dicho nuestro Señor es Dios".
Los árabes eran politeístas en su mayoría y el politeísmo era la religión oficial, conformaba un sistema cultural, político económico, de modo que una aristocracia se beneficiaba con el culto a varios dioses y uno de los argumentos con los cuales se opusieron al profeta fue que ¿Vamos a cambiar 360 ídolos del templo por uno sólo?!, no es negocio! Entonces, en un momento que todavía estando en la Meca y la misión del profeta se había extendido, enviaron a unos líderes mequinenses a ver al Profeta diciéndole que estaban dispuestos a darle y ofrecerlo todo tipo de reconocimientos y beneficios, como la jefatura, dinero, mujeres, etc, a cambio de que desista de su misión, pero el profeta respondió con su célebre frase: "Si me ponen el sol en mi mano derecha y la luna en mi mano izquierda no voy a desistir de la misión que Dios me ha encomendado".
Como afirma el versículo, los musulmanes no habían cometido ninguna agresión, su único "pecado" había sido decir creemos en Dios y en el profeta.
Dice el Sagrado Corán: "Si Dios no hubiera rechazado a unos hombres valiéndose de otros, habrían sido demolidas ermitas, iglesias, sinagogas y mezquitas, donde se menciona mucho el nombre de Dios. Dios auxiliará ciertamente a quienes les auxilien, Dios es en verdad fuerte y poderoso".
Si analizamos este versículo que es el primero en donde se da la anuencia para la defensa, vamos a ver muchas cosas que tienen que ver con lo que venimos diciendo. Se les está permitido combatir a quienes son atacados porque han sido tratados injustamente. De nuevo reitera la condición... y han sido atacados injustamente por expresar su fe. No les ha sido reconocida su libertad como seres humanos a manifestar una fe o creencia.
El Corán dice expresamente. "Discutid con ellos (la gente del libro) de la mejor manera", también dice expresamente: "Está prohibida la imposición en materia de religión". También leemos sobre los incrédulos: "Ciertamente adoro lo que vosotros no adoráis". Al final de este capítulo dice: "...Con vosotros vuestro modo de vida y conmigo el mi modo de vida". Dios dicta el profeta que diga eso y en otros pasajes del Corán vemos que cuando hay diferencias irreconciliables ellas serán dirimidas por Dios en el Día del Juicio Final. La humanidad es una familia, somos todos descendientes de Adán y Eva, somos una familia con un Creador y un Dios, y en el seno de una familia pasa exactamente eso, las diferencias se enmarcan en una relación de afecto, respeto, entendimiento, solidaridad, una gran entrega de cada miembro por el resto. A nadie se le ocurre que en una familia, con conciencia de tal, se maten por las diferencias que puedan mantener entre sí. La solución de las diferencias cuando no se pueden resolver, se dejan para más adelante.
Tenemos en el Islam un dicho que pertenece al Imam Ali ibn Abi Talib (la paz sea con él), el primo, yerno y sucesor del Profeta Muhammad (BPD) que dice: "No ataquéis hasta que os ataquen puesto que vosotros seguís la verdad y tendréis una razón y una justificación sobre ellos que es la de no haber comenzado la agresión, esta es otra razón a favor de vuestra razón y derecho".
Además la legislación islámica (sharia), en torno a la guerra prohíbe expresamente el ataque a civiles, el ataque a inocentes, al ataque a las mujeres, ancianos y niños e inclusive el ataque a soldados en retirada o heridos, aquellos que deponen las armas. Está prohibido destruir campos , jardines, talar árboles, contaminar aguas. Está prohibido expresamente crear armas de destrucción masiva. Por ejemplo si tuviera la posibilidad de crear un arma nueva, que nadie tiene, que solamente nosotros tendríamos. Vamos a suponer que yo estoy convencido que profeso la verdad y quisiera tener una arma como disuasión, sin utilizarla, pero tenerla. Yo tengo prohibido, según la ley islámica, la invención de esa arma. Los musulmanes no han inventado armas de destrucción masiva, ni armas bactereológicas o químicas.
Dice un dicho profético: "Cuando venzas a tu enemigo con la ayuda de Dios, no matéis a quienes os dan la espalda, ni a los heridos y no molestéis a las mujeres, aún si estas os insultasen a vosotros y a vuestros mayores". Hay toda una regulación.
Ahora, la otra cuestión es por qué una religión aparece asociada al tema de la guerra y otra religión aparece asociada al tema de la paz. El Corán dice: "Entrad todos vosotros en la paz". La paz es un Nombre de Dios o uno de Sus atributos de perfección. La paz absoluta pertenece a Dios y El la confiere en grados a quienes quiere de Sus criaturas. El Profeta Muhammad (BPD) dijo: "Dios mío, Tú eres la paz, de Ti viene la paz, a Ti te pertenece la paz y a Ti vuelve la paz". No hay otra paz que no provenga de Dios, como no hay sabiduría que no provenga de El, no hay poder que no provenga de El y no hay bondad que no provenga de Dios, etc.
La paz es un atributo y un don de Dios. Nosotros decimos: Salam en nuestro saludo, los judíos dicen shalom..., ambas palabras semitas tienen el significado de paz. La raíz de las letras árabes de la palabra Islam, significan paz. Entonces podemos apreciar que el Corán invita expresamente a la paz. En muchos de sus versículos afirma que la reconciliación es mejor; el perdón es mejor.
Es muy interesante la ley del talión, seguramente vamos a coincidir con el rabino y algunos judíos en torno al significado real de la ley del talión en contraposición a algunos que creen ser más modernistas si rechazan la ley del talión como algo retrógrado, y por lo tanto, rechazándola creen servir mejor al desarrollo humanitario. Pero en realidad el talión es un derecho inalienable de los seres humanos. Significa que uno tiene el derecho de responder en la medida en que fue agredido, no más (si se excede es un agresor). Si bien el Sagrado Corán también dice que el perdón es mejor, más meritorio. Sí a Dios muchas veces le place más el perdón, pero eso no quita que el talión sigue siendo un derecho. Un derecho al que uno puede renunciar buscando una gracia de Dios, pero es un derecho. A veces, según el contexto, el perdón puede ser una expresión de debilidad que termina promoviendo la extensión del mal. Por eso el Corán, a pesar de promover el perdón muchas veces, también afirma: "Ciertamente en el talión tenéis vida".
La conciencia humana nos dicta que el agredido tiene derecho a la defensa, todas la leyes nacionales e internacionales confirman este derecho elemental. De todas maneras, cada tanto, escuchamos a quienes creen que el talión de las escrituras sagradas es algo del pasado primitivo de los hombres. Ojalá en este mundo en que vivimos tuviésemos más talión y menos impunidad de los poderosos.
También se acusa a las religiones de ser causantes de las guerras más atroces de la historia, pero eso no es verdad. En los siglos XIX y XX ha habido muchas guerras y este período las religiones no han desempeñado un rol importante en las esferas de poder. Las guerras mundiales, las bombas atómicas y otras plagas no han tenido motivaciones religiosas. En nombre de grandes valores, libertad, democracia, derechos humanos, como los valores religiosos se han emprendido terribles guerras, de modo que el fundamentalismo o el fanatismo y la intolerancia son vicios del alma que pueden tomar cualquier ropaje o ideología, aún la "democrática" o "libre", pero el modelo profético de las grandes religiones no tiene nada que ver con eso.
Para concluir quiero decirles que el Islam es una revelación de Dios que tiene como objetivo la conformación de una sociedad que refleje las bendiciones divinas.
El Islam nos anuncia la próxima venida de Jesús (P) para la materialización del reino de Dios en la tierra junto a un descendiente del Profeta Muhammad (BPD) que se llama Imam Mahdi (P). Para este fin el Islam ha dictado una serie de normas sociales y en ese marco tiene que tratar el tema de la defensa porque toda sociedad, sea cristiana, judía o atea tiene que tratarlo. Tomemos la constitución de cualquier país y hallaremos un capítulo o más de uno dedicado a la legítima defensa, al uso de la fuerza policial, militar, etc, en el marco de la ley. Todo cuerpo vivo no podrá sobrevivir sin anticuerpos que defiendan a nuestro organismo de los agentes bactereológicos que lo acechan. El sida es la suspensión de esa función vital para la vida de nuestro organismo. Hasta tanto no tengamos el ambiente libre de todo tipo de gérmenes y en el orden social, hasta que no tengamos una sociedad con seres humanos ideales, sin mal vivientes ni transgresiones, entonces podremos dejar el tema de la defensa.
El tema es, ¿qué hacemos en el mundo de hoy y en el que se avecina con el uso de hecho y no de derecho de la violencia? Los discursos pacifistas a ultranza suenan bien porque son ideales, nos adelantan una imagen del paraíso que todos anhelamos, pero ese objetivo aún está muy distante de nuestra realidad actual. Hay que buscar la paz pero controlando a los que buscan alterarla. Los pacifistas a ultranza a veces parecen ignorar - con la ingratitud que ello conlleva – que es gracias al patrullaje y cuidado de las fuerzas de seguridad que están operando en la sociedad (las honestas), que ellos pueden gozar de algo de calma y orden.
Si los policías guardaran sus armas durante una semana, ¿qué sucedería en nuestras ciudades!? A veces, en algunas charla con gente como los Testigos de Jehová que tocan nuestros timbres en nuestras casas, les digo: está bien tu discurso pacifista en contra de las armas, hay que alcanzar ese objetivo, si logramos las condiciones de una vida sin maldad será realizable, para eso vinieron Moisés, Jesús, Muhammad, para eso vinieron, para plasmar el reino de Dios, la Paz universal, pero estamos en ese reino? Si viene alguien y me apunta con un arma y me quiere robar, ¿debo yo no contestar?, supongamos que yo elijo esa opción, pero, ¿ y si mata a mi hija y amenaza con seguir matando a más gente?, ¿qué hago, me arrodillo? ¿No me sentiré culpable luego por no haber intentado detenerlo más enérgicamente aún arriesgando mi vida? Si lo hiciera, aún lastimándolo o aún acabando con su vida pero salvando muchas otras inocentes, ¿no seré reconocido como alguien que actuó valientemente?
Entonces hay que generar ese ambiente en el que llegue el día en que las armas se conviertan en lápices (como dijo un gran sabio islámico), remedios, juguetes, alimentos, vida, felicidad.
En el Reino de Dios que fue profetizado por los mensajeros de Dios, el lobo convivirá con las ovejas, las fieras no serán más peligrosas y nadie oprimirá a nadie.
Pero hoy desgraciadamente quienes conducen los destinos de la humanidad no están haciendo las cosas como para plasmar el reino divino. Las Naciones Unidas no pudieron, como dijo el pastor, evitar que una masacre, la de las torres, fuera seguida por otra masacre, el bombardeo a la gente en Afganistán. La mayoría de esa gente en Afganistán no tiene ni idea en dónde estaban esas torres ni sabían de su existencia, sólo vieron bombas caer sobre sus cabezas y destruir todo en sus vidas. No tenían ni un enchufe para ver qué pasó en Estados Unidos. Yo escuché cifras de más de 4000 muertos civiles en Afganistán ( es decir, un número mayor que los que murieron en las torres). Si querían aplicar una suerte de Talión lo hubiesen hecho sobre los autores del ataque a las torres, previo juicio de un tribunal, así es como se circunscribe la violencia, pero no, actuaron para que la violencia escale a límites insospechados.
¡Que Dios nos traiga la justicia infinita real!
Estoy de acuerdo con lo que dice el Dr Bentué cuando afirma que aquello que es relativo a la Misericordia de Dios, aún en la elección del mal menor si está relacionado a la Misericordia de Dios, va a legitimizarse y a bendecirse de Su parte. En ese caso el mal menor se convierte, por la aceptación de Dios y la trascendencia de la realidad en un bien.
De modo que yo creo, como a quedado demostrado hoy, que hay muchos puntos en común. Hay una regla de oro de la moral universal que afirma que no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti y haz a los demás lo que te gustaría que te hagan. Esto es un dicho del profeta Muhammad (BPD) y está en la enseñanza de todos los grandes profetas y maestros de la humanidad. Es algo muy elemental, pero muy difícil de cumplir y no requiere de mucho filosofar, ni grandes tratados teológicos o éticos. Todas las religiones haciéndose eco de la conciencia humana pregonan esto.
Quiero decir algo con respecto a ira de Dios. No creo que haya que caer en un dualismo en donde la ira, sea de Dios o del hombre, es sinónimo de mal y la clemencia es sinónimo de bien necesaria y absolutamente.
En general todas las escrituras hablan de la ira divina. Si bien Dios no castiga en primera instancia, ni oprime a nadie el peso de un átomo como afirma el Corán. Por el contrario, Dios crea en un acto de puro y absoluto amor y clemencia y otorga todas las posibilidades para la manifestación de ese amor y esa clemencia. Es el hombre en su ignorancia, impaciencia, y mal uso de la libertad que va a ir trastocando esa clemencia originaria en un alejamiento de ese vínculo primordial hasta que las consecuencias lo despierten y le muestren sus límites. Un ejemplo lo vemos en la naturaleza que es un signo de Dios, por ejemplo, en la relación de los padres con sus hijos. Cuando esta relación es natural y no está afectada por factores que la distorsionen, está enmarcada en el amor y la misericordia que facilita las cosas haciendo que todo fluya por los carriles que posibilitan su mejor desarrollo. Pero a veces un padre castiga, ¿cuándo?, cuando un niño se excede por ejemplo y comete una acción reprobable, entonces el castigo de los padres, sobre todo de la madre tendrá lugar en el marco de la misericordia, del cuidado de su hijo y en el deseo de un bien para ese hijo. Esa es una conducta natural y humana (de su esencia), y toda conducta natural es un signo del Creador (que le impuso Su sello a las cosas que creó).
De modo que me parece muy acertado ver las cosas en relación a la Misericordia divina y así podremos entender muchas cosas.
He intentado en estos minutos comenzar a erradicar este prejuicio tan extendido según el cual el Islam es una religión violenta. Pareciera que el Islam está dispuesto a una guerra santa para convertir al mundo y Bin Laden es la regla (independientemente de que haya sido o no el autor real de los atentados a las torres).
En este punto es necesario aclarar que Bin Laden no es en absoluto un referente islámico, lo mismo ocurre con los talibanes que le han dado cobertura ya que nunca han contado con el reconocimiento de los países musulmanes o los grandes centros de enseñanza del Islam en el mundo. Hasta el ataque norteamericano a Afganistán ningún país islámico había reconocido al gobierno del régimen taliban salvo tres países donde no hay elección por parte del pueblo como la dictadura de Pakistán o las monarquías de Emiratos Árabes y Arabia Saudita. Es decir que de más de cincuenta países musulmanes sólo los habían reconocido tres y ninguno de ellos con gobiernos muy representativos (además de que los tres son aliados de Estados Unidos). Tampoco ninguno de los centros mundiales de enseñanza del Islam como el de Qom en Irán o el del Azhar en el Cairo, Egipto por citar a los dos más importantes. De modo que es muy injusto que se intente generalizar o situar como un referente de los musulmanes a personajes o grupos políticos en cuya génesis además está la mano de Estados Unidos y que ha costado tanto sufrimiento a los musulmanes, a quienes están en las antípodas de lo que el Islam significa o enseña. Se pretende decir que esa es la amenaza del Islam cuando asume el poder y toma las riendas del destino de su gente, cuidado!!
Para concluir quiero agregar lo último sobre el tema de la ira. Si hacemos un examen de conciencia veremos que no es nada saludable eliminar el instinto de la ira de nuestra alma, sería terrible. Imaginemos una situación que debe motivar en nosotros la ira, como el abuso contra un niño indefenso, imaginemos que no sentimos nada, ninguna indignación. Si tal fuese al caso no reaccionaríamos, seguiríamos como si nada. Vienen a hacernos daño y no sentimos nada, ni siquiera un rechazo en el corazón. Evidentemente algo andaría mal y no sería lo normal y deseable. Dos anécdotas de la historia del Islam ilustran esto que quiero decir.
El profeta Muhammad (BPD) cuando conquistó la Meca pacíficamente decretó un indulto para todos los enemigos de los musulmanes. Lo hace desde una posición de fuerza, estando en condiciones de vengarse de tantos años (más de veinte) de abusos, torturas, asesinatos e intrigas contra él y su gente, pero perdona, corroborando que es un auténtico representante del Misericordiosísimo.
Otra anécdota de la vida del profeta nos refiere que en una oportunidad en que el mensajero de Dios descansaba al pie de un árbol se presentó de súbito un enemigo ante él con la intención de matarlo de un sablazo, alzó su espada y le dijo al profeta despertándolo de súbito: ¿¡Quién te va a salvar ahora de mi espada!?El profeta respondió: ¡Dios! Entonces el hombre descargó su golpe pero tropezó al hacerlo y cayó perdiendo el equilibrio y su espada. El profeta la tomó y ahora fue él quien le dijo al hombre: ¡Ahora, ¿quién te salvará a ti?!, el hombre dijo: ¡Tu misericordia! El profeta bajó la espada. Siempre el perdonar en situación de poder es meritorio y una característica muy noble del alma humana, pero cuando el perdón no supone un descontrol del mal para que éste pueda avanzar, sino cuando se lo domina y desactiva. El perdón en una situación de debilidad suele ser lo más frecuente.
* Representante de la Organización Islámica Argentina - Director de la Mezquita At-Tauhid - Encargado del Centro Islámico de Chile en Las Condes


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