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lunes, 12 de noviembre de 2012

La creencia en los dioses




No obstante, sigue quedando un aspecto de la creencia en Dios que desafía toda lógica o razón, pero que se ha convertido en la piedra fundamental de la fe. Es la creencia de que Dios se hizo hombre. En ese momento en que la creencia monoteísta original en Dios se degeneró y pasó a tener intermediarios entre los seres humanos y el Ser Supremo ya sea para transmitir conquistas humanas o actuar en nombre de Dios en el mundo, los intermediarios se convirtieron en objetos de adoración. Los intermediarios a menudo fueron concebidos como espíritus aparecidos en todas las manifestaciones de la naturaleza. En consecuencia, los seres humanos de tiempos primitivos han adorado a espíritus del bosque, los ríos, el cielo, la tierra, etc., hasta el día de hoy. En algunas ocasiones adoraban la naturaleza, en otras, adoraban símbolos que representaban la naturaleza. Los sistemas religiosos, que evolucionaron de esos tipos de creencias tendían a estar localizados y permanecer esparcidos entre los distintos pueblos de todo el mundo hasta la actualidad. Tales creencias no convergían en un solo sistema de creencias de impacto internacional, al menos en lo que consta en los registros de la historia humana.
Por otro lado, en ese punto en el que la creencia monoteísta se degeneró en la personificación del poder de Dios como entes intermediarios separados representados por imágenes, los ídolos se convirtieron en un punto focal para adorar a Dios. Los poderes de Dios se convertían en dioses. Tales creencias han culminado en tiempos antiguos y modernos como religiones naturales de impacto internacional. Las antiguas religiones egipcias, griegas y romanas han desaparecido debido a la total sumisión de dichos imperios por parte del Cristianismo. Sin embargo, la expresión india del Hinduismo sobrevivió tanto a la colonización musulmana como a la cristiana y permanece como la religión nacional de aproximadamente mil millones de personas en la India. El Cristianismo y el Islam, con la excepción de Bali e Indonesia, han suplantado su impacto directo internacional en la mayor parte del Lejano Oriente. Sin embargo, las distintas formas del Budismo, su vástago, se han convertido en la principal religión de cientos de millones en el Lejano Oriente. Las distintas formas del movimiento reformista hindú siguen esparciéndose hoy en occidente.

El hombre es Dios
Según el Hinduismo, el concepto básico es que todo es Dios. Básicamente, no hay distinción entre Dios y Su creación. En la filosofía hindú, todo ser vivo tiene un ser o alma llamado Atman. Normalmente, se cree que el alma es en realidad Dios, llamado Brahmán. En consecuencia, la esencia de la creencia hindú es la idea de que Atman y Brahmán son lo mismo; en otras palabras, el alma humana es divina. Aún más, la sociedad humana está dividida en castas o clases, en la que cada una representa a los seres humanos que llegaron a la existencia desde distintas partes del ser divino, Brahmán. La casta superior, los Brahmines, provienen de la cabeza de Dios; mientras que la casta inferior, los Sudras, provienen de los pies de Dios. Si bien oficialmente hay solo cuatro castas principales, en realidad hay muchas sub-castas. Cada una de las castas principales se divide en miles de castas menores. Los hindúes creen que cuando una persona muere, se reencarna. El alma, Atman, de la persona muerta nunca muere sino que continúa volviendo a nacer. Si las personas son buenas en la vida, volverán a nacer en una casta superior en su próxima vida. Por otro lado, si fueron malos en esta vida, volverán a nacer en una casta inferior, que es una de las razones por las cuales tantos hindúes se suicidan cada año. A diario los periódicos dan cuenta de incidentes con personas o familias enteras que se ahorcan de los ventiladores de techo de sus casas. En una edición reciente de un periódico local, un hindú se mató cuando la India perdió un juego de críquet frente a Sri Lanka. Cuando el sistema de creencia de una persona se basa en la reencarnación, el suicido se convierte en un camino fácil para evadir las dificultades de la vida.
Cuando una persona llega a la casta superior, los Brahmines, después de varias reencarnaciones, termina el ciclo de nacimientos, y se reúne con Brahmán. Este proceso de reunificación se llama Moksha, mientras que en el Budismo es llamado Nirvana[1]. El Atman se reúne nuevamente con Brahmán. Así, el hombre se vuelve Dios.


[1] Se trata de una palabra sánscrita que significa “extinción”, en referencia a la extinción de todos los deseos humanos, o salvación. Si bien el término tuvo origen en las escrituras védicas (Bhagavad-Gita y los Vedas), se asocia normalmente con el budismo. En el budismo Hinayana, el término equivale a extinción, mientras que en el budismo Mahayana es un estado de bendición (Dictionary of Philosophy and Religion, p. 393)

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