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lunes, 19 de noviembre de 2012

Profecias de la biblia sobre la llegada de Muhammad







PROFECÍAS DE LA BIBLIA SOBRE LA LLEGADA DE MUHAMMAD
Abraham es considerado, por la absoluta mayoría de creyentes, como el Patriarca del monoteísmo y el padre común de judíos, cristianos y musulmanes. A través de su segundo hijo, Isaac, vinieron todos los profetas israelitas, incluidas figuras importantes como Jacob, José, Moisés, David, Salomón y Jesús, (que la paz y la bendición sean con todos ellos). La llegada de estos grandes profetas representó el cumplimiento parcial de las promesas de Dios de glorificar a las naciones de la tierra a través de los descendientes de Abraham (Génesis 12:2-3). Dicho cumplimiento es aceptado de todo corazón por los musulmanes, cuya religión considera un artículo de fe el creer y respetar a todos los profetas.
BENDICIONES DE ISMAEL E ISAAC
¿Estaban incluidos en la alianza y promesa de Dios el primer hijo de Abraham (Ismael) y sus descendientes? Algunos versículos de la Biblia pueden ayudarnos a aclarar un poco esta pregunta:
1) El Génesis 12:2-3 habla de la promesa que Dios hizo a Abraham y a sus descendientes antes de que naciese ningún hijo de éste.
2) El Génesis 17:4 reitera la promesa de Dios, después del nacimiento de Ismael y antes del nacimiento de Isaac.
3) En el Génesis, capítulo 21, Isaac era especialmente bendecido, pero Ismael también lo fue porque Dios le prometió sacar de él «una gran nación», en Génesis 21:13, 18.
4) De acuerdo con el Deuteronomio 21:15-17, los derechos y privilegios tradicionales del primer hijo nacido no se pueden ver afectados por el estatus social de su madre (una mujer «libre» como era Sarah, la madre de Isaac, o una «esclava» como era Agar, madre de Ismael). Esto resulta consistente con los principios morales y humanitarios de todas las religiones reveladas.
5) La completa legitimidad de Ismael como hijo y «semilla»de Abraham junto a la completa legitimidad de su madre Agar como esposa de Abraham, aparecen claramente establecidos en el Génesis 21:13 y 16:3.
Después de Jesús, el último profeta israelita, vino el momento en que debía cumplirse la promesa de Dios de glorificar a Ismael y a sus descendientes, unos seiscientos años después de Jesús, llegó el último enviado de Dios, Muhammad, del propio linaje de Abraham a través de Ismael. En este momento se cumplió la bendición de Dios para dos de las principales ramas del árbol genealógico de Abraham. Pero, ¿existen pruebas adicionales que corroboren el que la Biblia predijese realmente la venida del profeta Muhammad.

MUHAMMAD
EL PROFETA COMPARABLE A MOISÉS
Mucho tiempo después de Abraham, la promesa de Dios de hacernos llegar al Enviado, tanto tiempo esperado, fue repetida en este caso mediante las palabras de Moisés.
En el Deuteronomio 18:18, Moisés habló sobre el profeta que iba a ser enviado por Dios, el cual era:
1) uno de entre los «hermanos» de los israelitas, en clara referencia a sus primos los ismaelitas, ya que Ismael fue el otro hijo de Abraham a quien le fue explícitamente prometido llegar a ser una «gran nación».
2) Un profeta comparable a Moisés, difícilmente ha habido otros dos profetas tan parecidos como Moisés y Muhammad. A ambos les fueron dadas unas leyes amplias como código de vida, ambos desafiaron a sus enemigos y salieron victoriosos de una forma milagrosa, ambos fueron aceptados como profetas/gobernantes y emigraron tras varias conspiraciones para asesinarles. Las analogías entre Moisés y Jesús no sólo carecen de las similitudes más arriba indicadas, sino también de otras cruciales (por ejemplo, nacimiento natural, vida y muerte en familia de Moisés y Muhammad.) Pero esto no fue el caso de Jesús, quien fue considerado por sus seguidores como el Hijo de Dios y no exclusivamente como un enviado de Dios, como lo fueron Moisés y Muhammad y como también se considera a Jesús en la religión musulmana.
EL PROFETA ESPERADO HABÍA DE VENIR DE ARABIA
El Deuteronomio 33:1-2 combina referencias a Moisés, Jesús y Muhammad. Habla de Dios (por ejemplo, la revelación de Dios) viniendo del Sinaí, amaneciendo desde Seir (probablemente el pueblo de Sa'ir próximo a Jerusalén) y radiante desde el Monte Farán. De acuerdo con el Génesis 21:21, el desierto de Farán fue el lugar donde Ismael se estableció (es decir, Arabia, concretamente La Meca).
Sin embargo, la versión de la Biblia del Rey Jaime menciona a los peregrinos pasando a través del valle de Báka (otro nombre de La Meca) en los Salmos 84:4-6.
Isaías 42:1-13 habla del preferido de Dios; Su elegido y enviado, el cual establecerá una ley para que le esperen en las islas y «no fallará ni se desanimará hasta que haya establecido el juicio en la tierra». El versículo 11 hace una conexión entre la persona esperada y los descendientes de Quedar. Pero, ¿quién era Quedar?... De acuerdo con el Génesis 25:13, Quedar fue el segundo hijo de Ismael, el antecesor del profeta Muhammad.
EMIGRACIÓN DE MUHAMMAD DE LA MECA A MEDINA: ¿SE HABÍA PREDICHO EN LA BIBLIA?
Habacuc 3:3 habla de cuando Dios (la ayuda de Dios) viene de Temán (un oasis al norte de Medina de acuerdo con el diccionario de la Biblia de J. Hasting) y el Santo (viene) del Monte Farán. Este Santo que emigró desde el Monte Farán (Meca) al ser perseguido, y que fue recibido con mucho entusiasmo en Medina, no fue otro sino el profeta Muhammad.
Sin embargo, el incidente de la emigración del profeta y sus seguidores perseguidos es descrito con exactitud en Isaías 21:13-17. En esta parte también se predijo también la batalla de Badr, en la cual unos pocos fieles mal armados vencieron milagrosamente a los «poderosos» hombres de Quedar, quienes intentaban destrozar el Islam e intimidar a su propio pueblo que se había convertido al Islam.
¿SE PREDIJO EL CORAN EN LA BIBLIA?
Durante veintitrés años, las palabras de Dios (el Corán) fueron puestas exactamente en boca de Muhammad. El no fue el «autor» del Corán. El Ángel Gabriel se lo dictó y le pidió que repitiese simplemente las palabras del Corán tal y como las oía. Estas palabras fueron entonces memorizadas y escritas por aquellos que las escucharon durante la vida de Muhammad y bajo su supervisión.
¿Fue una coincidencia que el profeta «comparable a Moisés», de entre los «hermanos» de los israelitas (es decir, los ismaelitas) fuese también descrito como aquel en cuya boca Dios pondría sus palabras y el cual hablaría en nombre de Dios (Deuteronomio 18:18-20)? ¿Fue también una coincidencia el «Paráclito» que Jesús predijo que vendría después de él, el cual fue descrito como alguien que «no hablará en su nombre, sino comunicará lo que le digan e interpretará...»? (Juan 16:13.)
¿Fue otra coincidencia que Isaías hiciese una unión entre el enviado relacionado con Quedar y una nueva canción (una escritura en una nueva lengua) para que fuese cantada al Señor (Isaías 42:10-11)? Y de manera más explícita, las profecías de Isaías indican «pues ahora, con lengua balbuciente, en lenguaje extraño, hablará a ese pueblo» (Isaías 28:11). Este último versículo describe correctamente la «lengua balbuciente » del profeta Muhammad reflejando el estado de tensión y concentración en que se encontraba en el momento de la revelación. Otro punto afín es aquel que dice que el Corán fue revelado en pedazos en un período de veintitrés años. Es interesante comparar esto con Isaías 28:10 en que se habla del mismo concepto.
ESE PROFETA, EL PARÁCLITO, ES MUHAMMAD
En el tiempo de Jesús (que la paz sea con él), los israelitas estaban todavía esperando al profeta que Moisés anunció en Deuteronomio 18:18. Cuando Juan Bautista llegó, le preguntaron si era Cristo y dijo «no». Ellos le preguntaron si era Elías y contestó «no». Entonces, refiriéndose aparentemente al Deuteronomio 18:18, le preguntaron: «¿Eres tú el profeta?», y él contestó «no» (Juan 1:19-21).
En el Evangelio según San Juan (Capítulos 14, 15, 16) Jesús habla del «Paráclito» o confortador que vendrá después de él, el cual será enviado por el Padre como otro Paráclito y enseñará nuevas cosas que los contemporáneos de Jesús no pudieron sostener. Mientras el Paráclito es descrito como el espíritu de la verdad (cuyo significado se parece al famoso título de Muhammad, «Al-Amin», el fidedigno, es identificado en un versículo como el Espíritu Santo (Juan 14:26). Sin embargo, dicha designación es inconsistente con el perfil del Paráclito. En las palabras del Diccionario de la Biblia, (Ed. J. Mackenzie) se dice: «Debe admitirse que estos aspectos no dan una imagen completamente coherente.»
Sinceramente, la historia nos cuenta que muchos de los primeros cristianos entendieron el Paráclito como un hombre y no como un espíritu. Esto puede explicar la respuesta dada a aquellos que presumían de ser el «(Paráclito» esperado, sin cumplir los criterios establecidos por Jesús.
El profeta Muhammad (la paz sea con él) era el Paráclito, el confortador, el Redentor, el Mesías enviado por Dios después de Jesús. Vivo testimonio de Jesús, enseñó cosas nuevas que no pudieron ser enseñadas en el tiempo de Jesús, contó lo que escuchaba (revelación), convivió con los creyentes (a través de sus bien conservadas enseñanzas). Tales enseñanzas perdurarán siempre, ya que fue el último enviado de Dios, el único profeta universal enviado para unir a toda la humanidad bajo el amor de Dios y para guiarla por el sendero de la AUTENTICA Verdad. Dijo que pasarían muchas cosas, que «habrían de suceder» con los más mínimos detalles. El criterio dado por Moisés para distinguir entre el verdadero profeta y los falsos profetas (Deuteronomio 18:22), volvió a probar que hay culpa, inocencia y sentencia (Juan 16:8-11).
¿ESTABA PREDICHO EL CAMBIO DE HEGEMONÍA RELIGIOSA?
Tras el rechazo del último profeta israelita, Jesús, había llegado el momento de que se cumpliese la promesa de Dios de sacar de Ismael una gran nación (Génesis 21:13,18).
En Mateo 21:19-21, Jesús habla de arrancar la higuera sin fruto (símbolo bíblico de la herencia profética) después de darle una última oportunidad de tres años (duración del ministerio de Jesús) para dar fruto. En un versículo posterior de este mismo capítulo, Jesús dice: «Por eso os digo que se os quitará a vosotros el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos» (Mateo 21:43), La nación de los descendientes de Ismael. La piedra rechazada en Mateo 21:42 salió victoriosa contra todos los superpoderes de su tiempo como predijo Jesús: «Además, el que caiga sobre esa piedra se estrellará, y si ella cae sobre alguno, lo hará trizas» (Mateo 21:44).
¿COINCIDENCIA FUERA DEL CONTEXTO?
¿Es posible que las numerosas profecías aquí citadas sean todas, individualmente o combinadas, malas interpretaciones y fuera del contexto? ¿Es un contrasentido que tales versículos, estudiados tan poco, se ajusten frecuentemente de manera clara y consistente al momento de la venida del hombre que cambió el curso de la historia humana, el Profeta Muhammad (la paz sea con él)? ¿Es razonable llegar a la conclusión de que todas estas profecías, que aparecen en diferentes textos de la Biblia y de las que han hablado varios profetas en diferentes momentos, fueran todas coincidencias? ¡Si esto es así, aquí hay otra extraña «coincidencia»!
Uno de los símbolos del profeta venido del Monte Farán (Meca), es que llegará con «diez mil santos». (Deuteronomio 33:2 KJV). Este fue el número de fieles que acompañaron al profeta Muhammad al Monte Farán (Meca) en su regreso victorioso y sin sangre, a su lugar de nacimiento, para destrozar los símbolos de idolatría que permanecieron en el Ka'ba.
Dios dijo y fue repetido por Moisés:
«A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas.» (Deuteronomio 18; 19.)

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